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La transición energética impactará el precio del petróleo… en el largo plazo

Mientras más energías limpias se utilicen en el mundo, el precio del petróleo tomará una tendencia a la baja en la próxima década.
vie 23 agosto 2024 11:46 AM
petróleo vs energías limpias
En 2022, la producción de energía alcanzó las 37 gigatoneladas de dióxido de carbono (Gt CO2), una cifra récord desde que se tiene registro.

A lo largo de la historia de la humanidad se han experimentado varias transiciones energéticas, como el reemplazo de la leña por el carbón, luego al petróleo y el gas, y ahora los combustibles fósiles por fuentes renovables. Todas estas transiciones han provocado una revolución en la economía, en la sociedad y en la política. Y si bien, en todos los casos pasados, los procesos se han desarrollado en largos periodos de tiempo, una de las características del cambio que se vive actualmente es la urgencia para limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1.5 grados centígrados y evitar empeorar los impactos climáticos que ya se viven.

Según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) la producción de energía en 2022 alcanzó las 37 gigatoneladas de dióxido de carbono (Gt CO2), una cifra récord desde que se tiene registro. Esto la llevó a plantear diferentes escenarios; el primero, con las políticas ya establecidas, la emisión de CO2 alcanzaría niveles de 30 Gt y la temperatura media del planeta aumentaría 2.4°C (un nivel extremo para los ecosistemas globales y el bienestar humano); el segundo escenario plantea un plan para Emisiones Netas Zero para el 2100, donde el incremento de la temperatura apenas rozaría el límite con 1.4 °C.

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“Seguir este camino (de Emisiones Netas Zero) representa la mejor oportunidad del mundo para evitar los peores efectos del cambio climático y requiere acelerar la transición a fuentes de energía que no emitan, como la eólica y la solar; aumentar la eficiencia energética; electrificar el transporte, la industria y los edificios; ampliar el uso de hidrógeno limpio y otros combustibles de bajas emisiones; e invertir en tecnologías de reducción de emisiones, incluidas las tecnologías de emisiones negativas”, asegura la AIE.

Si bien, los combustibles fósiles representan más del 80% de la producción de energía en todo el mundo, de acuerdo con Naciones Unidas, las fuentes de energía limpias cada vez ganan más fuerza. Cerca del 29% de la electricidad proviene actualmente de fuentes de energía renovables. Esta transición llevará a una transformación del mercado mismo. Habrá una mayor demanda por materias primas que se utilicen en la industria de las renovables, como el litio o el cobre, y una menor demanda en combustibles fósiles, lo que al final impactará en el precio.

Durante los últimos 10 años, los dos principales referentes en el mercado energético han caído. El precio de West Texas Intermediate (WTI) acumula una baja de 22.6% y el Brent de 25.5%. Sin embargo, a decir de los analistas, la reducción de precio no está relacionada con la transición energética.

“Se va avanzando de manera muy gradual hacia la transición a energías renovables, que si bien existen planes para que se cumplan con estos objetivos, pues son planes a ejecutar incluso en algunas décadas. En este momento, yo creo que los inversionistas están más centrados en temas coyunturales y de corto plazo”, señala Janneth Quiroz, directora de análisis económico y bursátil de Monex.

Si bien, el precio de los energéticos convencionales aún no tienen un impacto por la transición energética, tarde o temprano llegará. “La transición energética es un tema con miras de largo plazo, aunque también ya influye en las decisiones de inversión actual. Las necesidades de financiamiento y transformación de infraestructura son temas críticos, donde las empresas que negocian commodities no son la excepción”, asegura el equipo de análisis de Banorte.

Norbert Rücker, jefe de economía e investigación de Next Generation, Julius Baer, señala que la transición energética ocurre diariamente en las decisiones tomadas por hogares y empresas al comprar vehículos eléctricos o bombas de calor, o al obtener energía y combustibles limpios, y que, para la mayoría de estas elecciones, la rentabilidad ya favorece la transición.

“A largo plazo, la transición energética parece un súper ciclo de innovación, en gran parte no limitado por capital ni tecnología, sino principalmente por comportamiento y diseño de mercado”, apunta Rücker.

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Distribución de petróleo y gas Energías renovables

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