La inversión verde ya es demasiado escasa para cumplir el objetivo climático de la UE para 2030, lo que significa que se necesitará aún más inversión más adelante e implicará mayores costes de transición, según el documento.
Aunque ya se dispone de la financiación pública necesaria para este año y el próximo, podría abrirse una brecha a partir de 2027, potencialmente exacerbada por la necesidad de los países de devolver los recursos recibidos del programa Next Generation UE, el paquete de medidas de recuperación tras la pandemia del COVID-19.
El estudio, que no representa necesariamente la opinión del BCE, señala que "podría materializarse un déficit notable de fondos públicos de la UE tras la expiración (del Mecanismo de Recuperación y Recuperación) a finales de 2026, que aumentaría hasta alrededor de 54,000 millones de euros (55,490 millones de dólares) en 2030".
El BCE estima que las necesidades de inversión adicional relacionadas con el clima del sector público ascenderán a unos 83,000 millones de euros anuales hasta 2030.
Aunque los gobiernos nacionales pueden aportar parte del dinero que falta, se verán lastrados por tener que reembolsar 175,000 millones de euros de los fondos Next Generation UE entre 2028 y 2035, añadió el BCE.