"Nueva York ha disparado un tiro de salida que se oirá en todo el mundo: Las empresas más responsables de la crisis climática tendrán que rendir cuentas", dijo en un comunicado la senadora demócrata por Nueva York Liz Krueger, copatrocinadora del proyecto de ley.
Las empresas de combustibles fósiles serán multadas en función de la cantidad de gases de efecto invernadero que hayan emitido a la atmósfera entre 2000 y 2018, que se ingresarán en un Superfondo Climático a partir de 2028. Se aplicará a cualquier empresa que el Departamento de Conservación Medioambiental de Nueva York determine que es responsable de más de 1,000 millones de toneladas de emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Nueva York se convierte en el segundo estado que aprueba una ley de este tipo, después de que Vermont aprobó su propia versión en el verano boreal. Las leyes siguen el modelo de las leyes estatales y federales del superfondo, que obligan a los contaminadores a pagar para limpiar los residuos tóxicos.
Reparar los daños y adaptarse a los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático costará a Nueva York más de 500,000 millones de dólares de aquí a 2050, dijo Krueger en su comunicado. Las grandes petroleras obtuvieron más de un billón de dólares de ganancias desde enero de 2021 y saben desde al menos la década de 1970 que la extracción y quema de combustibles fósiles contribuyen al cambio climático, agregó.
Se espera que las empresas energéticas presenten recursos legales contra la nueva ley, argumentando que hay una ley federal que regula las empresas energéticas y los contaminadores.