Los participantes destacaron que el cambio climático, la escasez de agua, la regulación ambiental y las expectativas sociales representan riesgos reales, por lo que una estrategia de sostenibilidad permite anticipar impactos, proteger la cadena de suministro y asegurar el cumplimiento normativo.
Para Ana Lilia Cortés, gerente de Economía Circular y TWM en Veolia México, el cambio ha sido profundo. Explicó que la sostenibilidad pasó de ser un área relegada a un eje estratégico empresarial. Cortés recordó que la crisis hídrica de 2022 en el país transformó la percepción del riesgo en el sector industria.
“Hoy, la sostenibilidad ya no es un cumplimiento; es una oportunidad para ser más rentables y eficientes”, señaló.
Por su parte, Luis Fernando Ramírez, gerente de Sostenibilidad Ambiental en FEMSA, explicó que actualmente el enfoque de la empresa se estructura en dos vías: un portafolio de proyectos, que algunos ya son rentables, como la adopción de energías renovables, y otros a largo plazo, como la electrificación de flotas pesadas, y metas internas que impulsan la innovación.
“Queremos que la sostenibilidad sea una función descentralizada en todas las áreas, desde planeación hasta finanzas”, agregó Ramírez.
Con 18 países de operación y negocios como OXXO, Coca-Cola FEMSA y Spin, Ramírez, recordó que la vocación social de FEMSA es histórica, pues dijo que antes de que existiera el concepto de sostenibilidad, ya se trabajaba con una visión integral en el negocio.
“La sostenibilidad garantiza la permanencia de la empresa. No hay que dudarlo; hay que seguir adelante”, resaltó durante su participación.