Registro oficial de emisiones de CO2
Otro paso relevante de México hacia la regulación del carbono es la creación del Registro Nacional de Carbono (RENE), que está programado para iniciar operaciones en enero de 2026 y funcionará como un instrumento destinado a medir, verificar y certificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el país.
El RENE permitirá que cada participante calculará sus emisiones anuales de carbono utilizando metodologías aprobadas por Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y estándares internacionales como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), el cual permite categorizar las emisiones en alcance 1 (directas), alcance 2 (indirectas por energía) y alcance 3 (otras indirectas) y el ISO 14064, que ayuda a diseñar una estructura para los inventarios, las auditorías y verificaciones, y proyectos de reducción de emisiones. Esto asegura que todas las emisiones se midan de manera consistente y comparable.
Por otro lado, permitirá a empresas, instituciones y proyectos ambientales cuantificar sus emisiones y, en consecuencia, generar créditos de carbono certificados que podrán ser comercializados en el mercado regulado que establecerá el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).
Falta dar el paso
México enfrenta el desafío de modernizar su política ambiental con dos ejes fundamentales: la Ley de Economía Circular y un marco jurídico sólido para la transición energética. Aunque se han dado pasos importantes en la planeación y consulta pública, aún faltan definiciones clave sobre instrumentos regulatorios, mecanismos de fiscalización y líneas de financiamiento que permitan a empresas y gobiernos implementar estas medidas de manera efectiva y cumplir con los compromisos de sostenibilidad.
El 10 de diciembre de 2025, la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron un proyecto de decreto para expedir la Ley General de Economía Circular, el cual avanza para ser una pieza clave para transformar la gestión de residuos y promover la reutilización de materiales. La iniciativa busca reducir la generación de desechos, fomentar el reciclaje y la innovación tecnológica, alineando al país con estándares internacionales de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
El proyecto de decreto también reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Por otro lado, el gobierno también trabaja en un renovado marco legal para la transición energética, orientado a impulsar energías limpias y disminuir la dependencia de combustibles fósiles. La legislación establecerá incentivos para energías renovables, estándares de eficiencia y mecanismos de supervisión, con el objetivo de acelerar la descarbonización de sectores estratégicos.