Los reportes requieren que las compañías recopilen datos de sus proveedores y clientes, especialmente para estimar las emisiones de alcance 3, aquellas generadas indirectamente a lo largo de toda la cadena de valor.
“Si todas las entidades revelan alcance 1 y 2, entonces el alcance 1 y 2 de mi proveedor es mi alcance 3”, explica Patricia Moles, Miembro del Consejo Emisor de Normas con especialización en sostenibilidad del CINIF.
Esto implica que las pequeñas y medianas empresas proveedoras deberán madurar rápidamente en temas de sostenibilidad si desean mantenerse como aliadas comerciales de grandes corporativos. Así, las NIS apuntan a transformar la economía hacia un modelo sostenible.
“Estas normas van a ayudar a conformar las cadenas de valor sostenibles, que esto no se quede en una acción solo de reporteo, sino que la economía empiece a ser una economía sostenible porque se están creando esas cadenas de valor”, comenta García.
Las empresas emisoras de estados financieros deberán incluir en sus reportes las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2, las que se generan directamente por sus operaciones o por el consumo de energía. El alcance 3 representa un desafío mayor. Implica estimar emisiones de hasta 15 categorías distintas, desde el transporte de bienes hasta el uso de productos por parte del consumidor.
Para facilitar este proceso, el reporteo de este indicador será obligatorio hasta 2027. Sin embargo, la necesidad de recopilarla desde ahora obligará a las empresas a exigir datos a sus proveedores.
“Lo que va a ocurrir es que las empresas van a voltearse con sus cadenas de valor y les van a decir: ‘Dame tus emisiones, dame tus políticas de inclusión, de seguridad de la información’”, dice García.
La consecuencia de no estar alineado con estas normas podría ser la pérdida de oportunidades comerciales. Y lo mismo ocurrirá con los bancos.