El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aspira a desbloquear al menos 11,000 millones de dólares en financiación sostenible para ayudar a los países a hacer frente a los acontecimientos, incluidos los desastres naturales que ponen a prueba sus monedas y obstaculizan la inversión del sector privado.
A medida que Estados Unidos y otros países más ricos recortan la ayuda oficial al desarrollo, los prestamistas multilaterales se ven presionados para encontrar nuevas formas de responder a retos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.