Durante la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el presidente del BID, Ilan Goldfajn, dijo que se espera que las medidas adoptadas por el BID inspiren más contribuciones del sector privado, una de las prioridades de la conferencia.
"No nos limitamos a anunciar ideas, sino que estamos lanzando cosas que el sector privado está pidiendo: herramientas creíbles, plataformas escalables y oportunidades reales para invertir con impacto y confianza", agregó.
El apoyo incluirá una nueva plataforma para ayudar a los países a gestionar el riesgo de grandes oscilaciones de la moneda nacional que pueden disuadir a los inversores internacionales, ya que hace más difícil predecir los rendimientos.
Sobre la base de un programa en Brasil que ya ha atraído 8,000 millones de dólares del sector privado desde su lanzamiento el año pasado, el plan es ampliar la idea a otras economías regionales en los próximos tres años y al menos duplicar el dinero movilizado.
Bautizada como FX EDGE, ofrecerá una línea de crédito que se activa si una divisa cae bruscamente -lo que suele ser un problema durante una crisis política o de deuda, o tras una catástrofe natural-, garantizando así que los deudores puedan seguir pagando sus préstamos en dólares u otras divisas extranjeras.