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La CDMX y empresas acuerdan flexibilidad laboral por contingencias climáticas

El cambio climático está transformando la forma de trabajar en la capital: impulsa el trabajo remoto, flexibiliza los horarios y obliga a crear espacios laborales más seguros.
mié 03 diciembre 2025 07:32 AM
CDMX protegerá a trabajadores en riesgo: el acuerdo con empresas para cuidarlos ante contingencias climáticas
El Gobierno de la Ciudad de México y un grupo de empresas firmaron un acuerdo histórico para garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores frente a fenómenos climáticos extremos y contingencias ambientales. (Itza Villavicencio Urbieta/Getty Images)

Itzel Martínez trabaja en una empresa con oficinas en avenida Reforma, a hora y media de su casa, en la alcaldía Álvaro Obregón. En temporada de lluvias, su trayecto se convierte en un desafío: los camiones concesionados y el Metro suelen colapsar por retrasos o inundaciones. Por ello, en ocasiones opta por quedarse en casa y aprovechar la flexibilidad que le ofrece su empresa.

Como Itzel, cerca de 13 millones de personas (el 21% de la población económicamente activa) cuentan con algún grado de flexibilidad laboral para ausentarse de la oficina durante contingencias. Sin embargo, el 79% restante enfrenta riesgos económicos, de seguridad y de salud al movilizarse en estas temporadas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México (STyFE) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

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El cambio climático incrementa la frecuencia e intensidad de olas de calor, lluvias extremas, inundaciones y mala calidad del aire, transformando la manera en que empresas y gobiernos deben proteger a sus trabajadores. Lo que antes eran situaciones excepcionales hoy se vuelve parte de la operación cotidiana, obligando a replantear horarios, protocolos, espacios de trabajo y criterios de seguridad laboral, según organizaciones internacionales.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que para 2030 se perderán más de 80 millones de empleos equivalentes a tiempo completo debido a restricciones laborales asociadas al calor extremo. En México, los riesgos se multiplican por la alta exposición de sectores vulnerables sin acceso suficiente a infraestructura segura.

El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) subraya que en industrias como la construcción, agricultura, manufactura ligera y transporte, los trabajadores deben laborar en entornos donde las altas temperaturas incrementan el riesgo de golpes de calor, deshidratación y accidentes. Ante ello, señala el organismo, las empresas enfrentan el reto de rediseñar horarios, implementar pausas regulares e invertir en infraestructura de sombra y ventilación, algo para lo cual no todas están preparadas.

“La pérdida de horas de trabajo por peligros climáticos correspondió a 863,000 millones de dólares en posibles ingresos perdidos en 2024, principalmente por el deterioro de la salud de la fuerza laboral, el aumento de enfermedades relacionadas con el calor, problemas respiratorios y la propagación de enfermedades infecciosas”, explicó en un reporte Gim Huay, directora general y jefa del Centro de Naturaleza y Clima del WEF.

El Banco Mundial añade que la movilidad laboral también se ha convertido en un punto crítico. Las inundaciones y fallas en el transporte público durante eventos climáticos severos dificultan los traslados, provocando retrasos, ausentismo y mayores niveles de estrés. Para los empleadores, esto implica flexibilizar horarios y activar esquemas de trabajo remoto cuando las condiciones ambientales ponen en riesgo al personal.

Aunque algunas ciudades, como la CDMX, han comenzado a establecer acuerdos para regular el trabajo ante condiciones climáticas adversas, persiste una brecha normativa en la mayor parte del país. Las empresas deben interpretar lineamientos generales y convertirlos en protocolos específicos, lo que requiere inversión, asesoría técnica y planeación.

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Mejores condiciones en la CDMX

Recientemente, el Gobierno de la Ciudad de México y un grupo de empresas firmaron un acuerdo histórico para garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores frente a fenómenos climáticos extremos y contingencias ambientales. La iniciativa busca que las compañías adopten medidas preventivas y adaptativas ante riesgos como altas temperaturas, inundaciones o episodios de mala calidad del aire.

Entre las características del acuerdo destacan la implementación de protocolos de protección laboral, la flexibilización de horarios y la adecuación de espacios de trabajo a condiciones climáticas adversas. Asimismo, las empresas se comprometen a informar a sus empleados sobre riesgos específicos y a desarrollar planes de acción que reduzcan la exposición a peligros ambientales.

“Este protocolo será posible gracias al diálogo con empresarios, sindicatos y trabajadores. Conversando podemos llegar a compromisos que beneficien a todas las partes, mediante estrategias preventivas que permitan a las empresas seguir siendo productivas y a los trabajadores continuar con sus actividades, en algunos casos a distancia”, señaló durante la firma del acuerdo Inés González, secretaria de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México.

La medida se inscribe en un contexto donde el cambio climático y la urbanización acelerada aumentan la vulnerabilidad de los trabajadores en la capital. Para las autoridades, la colaboración con el sector privado es clave para fortalecer la resiliencia urbana y garantizar jornadas laborales seguras, incluso en condiciones extremas.

Por su parte, Myriam Urzúa Venegas, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, quien asistió como testiga de la firma, destacó la importancia de tomar acciones preventivas ante los efectos cada vez más graves del cambio climático, con el fin de proteger los derechos de los trabajadores.

El acuerdo también contempla la capacitación del personal y la creación de canales de comunicación rápida ante contingencias, con el objetivo de que los empleados tomen decisiones informadas sobre su salud y seguridad.

Helios Becerril, director de Asuntos Corporativos de AstraZeneca, celebró la iniciativa, al considerar que permitirá trabajar de manera coordinada con sindicatos y autoridades para reducir emisiones y mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

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Los principales retos

Las organizaciones internacionales coinciden en que el principal desafío radica en integrar la información climática en la planeación laboral diaria. Para ello, las empresas requieren sistemas de monitoreo confiables y personal capacitado para interpretar alertas meteorológicas y activar políticas de prevención. Sin embargo, muchas pequeñas y medianas empresas carecen de las herramientas técnicas necesarias.

Toby Siddall, director general y líder de Estrategia de Sostenibilidad en Accenture, y Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, coinciden en el reporte “Negocios al límite: desarrollando la resiliencia de la industria ante los riesgos climáticos” en que los desafíos irán en aumento, y que el cuidado de los trabajadores debe situarse en el centro de la adaptación climática.

Los especialistas afirman que la transición hacia modelos laborales más flexibles, seguros y resilientes no es solo un imperativo ético, sino una condición indispensable para asegurar la productividad y la continuidad operativa en el contexto climático actual.

“Las políticas laborales no pueden abordarse como si se intentara operar una fábrica sobre un suelo que comienza a hundirse, mientras los mapas con los que se planifica (los modelos económicos) dejan de ser fiables. Hoy, más bien, se trata de rediseñar la fábrica por completo y coordinarse con todos los actores alrededor para estabilizar el terreno antes de que sea demasiado tarde”, resalta el reporte.

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