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El 51% de empresas en México avanzan lento en integración ESG, dice KPMG

El estudio “Panorama ASG 2025” de KPMG revela que la región vive una madurez inicial en sostenibilidad, con baja inversión, retos regulatorios y débil gobernanza corporativa.
mar 25 noviembre 2025 05:55 AM
gobernanza
La gobernanza es la columna vertebral dentro de una estrategia corporativa ESG. (Foto: WANAN YOSSINGKUM/Getty Images)

Durante la última década, los criterios de sostenibilidad no solo han servido para mitigar riesgos vinculados con las emisiones, el uso de recursos o las prácticas laborales; también se han convertido en una herramienta para anticipar cambios regulatorios, fortalecer la reputación corporativa y competir en mercados globales cada vez más exigentes. Sin embargo, su adopción avanza con lentitud en México, pues apenas el 49% de las empresas reconoce que los temas ESG forman parte de su visión de negocio, según KPMG.

El estudio ‘Panorama ASG en México y Centroamérica 2025’, elaborado por KPMG México, revela que la sostenibilidad aún se encuentra en una fase temprana de madurez en la región y en el país por razones estructurales, económicas y de gestión. La investigación se centra en una encuesta realizada en octubre a 90 líderes empresariales de ocho países.

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Juan Carlos Reséndiz, Socio Líder de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Sostenibilidad de KPMG México, explica que aunque las empresas están empezando a entender y aceptar la necesidad de integrar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), muchos ejecutivos aún no lo conectan completamente con la estrategia de negocio.

“No puedo entender que aún haya empresas que no se interesen por identificar sus riesgos climáticos. Por ejemplo, desconocer si hay riesgos de disponibilidad de agua en su cadena de suministro o si sus operaciones están expuestas a huracanes o inundaciones. Estos factores, si no se integran en la estrategia de negocio, pueden comprometer la continuidad operativa y la gestión de riesgos en contratos y seguros”, señala Reséndiz.

Además, Reséndiz agrega que otros factores que influyen a que muchas empresas tengan problemas de integración se deben principalmente a la etapa de madurez inicial que tienen sus Consejos de Administración México y la región, pues continúan con una visión cortoplacista de los efectos del cambio climático, además de una falta de inversión y las complicaciones regulatorias.

En ese sentido, el estudio señala que solo el 33% de las empresas en México afirman que su Consejo de Administración participa activamente en temas ASG, una proporción menor al 43% registrado en Centroamérica. Esta diferencia, según Reséndiz, refleja una visión centrada en el cumplimiento y esfuerzos aislados, sin un análisis de materialidad que identifique los temas prioritarios ni la inversión necesaria para construir la estructura de gobernanza que permita gestionar una estrategia de sostenibilidad de largo plazo.

Pese a esos resultados, las empresas cambian su perspectiva sobre estos criterios, pues para los próximos dos años, la definición o implementación de estrategias ESG es prioridad para el 42% de las empresas mexicanas y el 46% de las centroamericanas, quienes al mismo tiempo reconocen que se trata de un paso indispensable para la madurez.

Además, en el mismo informe se destaca que definir una “ruta ESG” clara y basada en análisis de materialidad es fundamental para avanzar. A pesar de su importancia, solo el 41% de las empresas mexicanas y el 46% de las centroamericanas han realizado este ejercicio formal.

En materia de inversión, el reporte evidencia una etapa temprana. El 23% de las compañías en México y el 18% en Centroamérica no cuentan con un presupuesto específico para temas ASG, lo que limita la operación y continuidad de programas.

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Además, el 27% de las empresas mexicanas y el 21% de las centroamericanas destinan menos de 40,000 dólares (740,000 pesos aproximadamente) anuales a sus iniciativas de sostenibilidad. Reséndiz señala que este monto es insuficiente, especialmente considerando que la mitad del gasto suele orientarse solo al cumplimiento regulatorio.

“La falta de inversión está relacionada con una baja conciencia sobre riesgos como el cambio climático, que puede afectar la disponibilidad de insumos, las cadenas de suministro y la continuidad del negocio. Para ello, realizar un análisis de materialidad que puede definir prioridades y determinar si es necesario asignar un porcentaje específico de las ventas a la estrategia de sostenibilidad”, señala el socio de KPMG.

La gestión de datos es otro desafío crítico. Según el informe, el 34% de las empresas en México y el 28% en Centroamérica carecen de herramientas tecnológicas para procesar información ASG, mientras que una proporción depende de recopilación manual, aumentando el riesgo de errores y reduciendo la trazabilidad.

Reséndiz explica que de no contar con la información necesaria para la toma de decisiones obligará a que estas sean muy intuitivas, y la empresa no podrá medir la efectividad de lo que decide. Además, esto puede traer problemas a aquellas que quieran cubrir las regulaciones financieras como el S1 y S2 de las Normas de Información Sostenible (NIS).

El estudio advierte un riesgo importante: que las empresas se limiten a cumplir con los requisitos normativos sin enfocarse en generar valor desde la sostenibilidad. Pues menciona que el cumplimiento superficial podría limitar la capacidad de las organizaciones para enfrentar riesgos reales. Por ello, generar información precisa, verificable y consistente con procesos robustos y herramientas tecnológicas adecuadas serán esenciales para cumplir con los estándares internacionales.

En cuanto a riesgos ambientales, la generación de emisiones es el foco principal para 56% de las organizaciones mexicanas y 42% de las centroamericanas. En materia social, destacan las jornadas laborales extensas, el equilibrio vida-trabajo y el impacto en comunidades. La seguridad y salud de los colaboradores también se posiciona como un riesgo central, especialmente en Centroamérica, donde el 49% lo considera prioritario. En México, la cifra alcanza el 40%, reflejando la relevancia del bienestar laboral.

Finalmente, el estudio destaca la necesidad de acelerar los esfuerzos hacia la adaptación climática, pues el mundo avanza con retraso en sus metas de mitigación. La colaboración entre empresas, gobiernos y sociedad será clave para enfrentar los retos de sostenibilidad en los próximos años.

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