Juan Carlos Reséndiz, Socio Líder de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Sostenibilidad de KPMG México, explica que aunque las empresas están empezando a entender y aceptar la necesidad de integrar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), muchos ejecutivos aún no lo conectan completamente con la estrategia de negocio.
“No puedo entender que aún haya empresas que no se interesen por identificar sus riesgos climáticos. Por ejemplo, desconocer si hay riesgos de disponibilidad de agua en su cadena de suministro o si sus operaciones están expuestas a huracanes o inundaciones. Estos factores, si no se integran en la estrategia de negocio, pueden comprometer la continuidad operativa y la gestión de riesgos en contratos y seguros”, señala Reséndiz.
Además, Reséndiz agrega que otros factores que influyen a que muchas empresas tengan problemas de integración se deben principalmente a la etapa de madurez inicial que tienen sus Consejos de Administración México y la región, pues continúan con una visión cortoplacista de los efectos del cambio climático, además de una falta de inversión y las complicaciones regulatorias.
En ese sentido, el estudio señala que solo el 33% de las empresas en México afirman que su Consejo de Administración participa activamente en temas ASG, una proporción menor al 43% registrado en Centroamérica. Esta diferencia, según Reséndiz, refleja una visión centrada en el cumplimiento y esfuerzos aislados, sin un análisis de materialidad que identifique los temas prioritarios ni la inversión necesaria para construir la estructura de gobernanza que permita gestionar una estrategia de sostenibilidad de largo plazo.
Pese a esos resultados, las empresas cambian su perspectiva sobre estos criterios, pues para los próximos dos años, la definición o implementación de estrategias ESG es prioridad para el 42% de las empresas mexicanas y el 46% de las centroamericanas, quienes al mismo tiempo reconocen que se trata de un paso indispensable para la madurez.
Además, en el mismo informe se destaca que definir una “ruta ESG” clara y basada en análisis de materialidad es fundamental para avanzar. A pesar de su importancia, solo el 41% de las empresas mexicanas y el 46% de las centroamericanas han realizado este ejercicio formal.
En materia de inversión, el reporte evidencia una etapa temprana. El 23% de las compañías en México y el 18% en Centroamérica no cuentan con un presupuesto específico para temas ASG, lo que limita la operación y continuidad de programas.