Para 2050, casi el 90% de los estadios de Norteamérica necesitarán adaptarse al calor extremo, mientras que un tercio se enfrentará a una demanda de agua igual o superior a la disponible.
El informe también destacó los riesgos para las sedes de los Mundiales de 2030 y 2034 y examinó el impacto de un clima cada vez más cálido en los campos de fútbol base en los que en su día se entrenaron 18 jugadores famosos.
"Como español, no puedo ignorar la crisis climática", dijo Juan Mata, ganador del Mundial con España, en referencia a las devastadoras inundaciones de Valencia del año pasado.
"El fútbol siempre ha unido a la gente, pero ahora también es un recordatorio de lo que podemos perder".
El Mundial de Clubes de este año en Estados Unidos ofreció un preocupante anticipo, con condiciones calificadas de imposibles por los jugadores.
El calor extremo y las tormentas obligaron a la FIFA a adaptar sus protocolos, añadiendo pausas para refrescarse y beber agua, bancos a la sombra y ventiladores.
Según el informe, 14 de los 16 estadios de la Copa Mundial en Estados Unidos, Canadá y México superaron en 2025 los umbrales de seguridad en al menos tres de los principales riesgos climáticos: calor extremo, lluvias torrenciales e inundaciones.
Trece ya experimentan al menos un día cada verano en el que se supera el umbral de la FIFA para las pausas para beber de 32°C de temperatura de globo y bulbo húmedo (WGBT, por sus siglas en inglés), un índice reconocido internacionalmente que se usa para medir el estrés térmico humano bajo la luz solar directa.