También calificó las normas impuestas por su predecesor como "ridículamente onerosas" y "horribles".
Trump aludía a la regulación conocida como "Corporate Average Fuel Economy", implementada en 1975 y enmendada a lo largo de los años por diferentes gobiernos.
Durante su primer mandato, Trump había revertido la limitación impuesta por el gobierno de Barack Obama y, ahora de vuelta en el poder, ha decidido hacer lo mismo con el fortalecimiento drástico instaurado por Biden sobre esta normativa.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, este escéptico del cambio climático ha revocado o reducido muchas medidas que favorecían la transición de los vehículos a la energía eléctrica.
El sistema denominado CAFE requería hasta ahora que los vehículos lograran el mejor rendimiento "posible" en términos de consumo de combustible por kilómetro recorrido.
El gobierno de Biden había impuesto una mejora del 8% para los modelos de 2024 y 2025 y del 10% para los de 2026, con el objetivo de alcanzar más de 50 millas por galón para 2031 (80 km por 3,78 litros, o más de 20 km por litro).
El Departamento de Transporte había estimado en junio que estas metas serían inalcanzables para los vehículos de combustión y, por lo tanto, impondrían la transición eléctrica.