Entre esos "países socios" se encuentran grandes economías emergentes cuyas emisiones no dejan de crecer, lo que arrastra a las del resto del mundo, como China, India y Arabia Saudita. Y países en los que estas disminuyen ligeramente: Brasil, Indonesia y Sudáfrica.
La reducción de las emisiones es la clave para luchar contra el calentamiento global. Cada décima de grado adicional conlleva una serie de perturbaciones para la biodiversidad, el ciclo del agua y las catástrofes naturales.
En estos países socios, "el crecimiento de la población y el fuerte crecimiento económico pesan más que las mejoras en la eficiencia energética", explicó la OCDE.
Sus economistas calculan que entre 2015 y 2023 en estos países, donde las emisiones aumentaron un 19.3% durante ese período, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) es el único responsable de un aumento de las emisiones del 29.5%, muy por delante del crecimiento de la población (+5.6%).
La OCDE señaló "un resurgimiento de la energía térmica a partir del carbón" pese a un "despliegue récord de energías renovables".
Los países de la OCDE, con economías industrializadas desde hace más tiempo, "redujeron sus emisiones mejorando la eficiencia energética y recurriendo a energías más limpias, al tiempo que continuaban su crecimiento económico y demográfico", según el informe. Entre 2015 y 2023, sus emisiones disminuyeron un 11.3%.