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El planeta se encamina a duplicar la contaminación plástica para 2040

El mundo podría enfrentar en 2040 el doble de contaminación plástica y un alza de 75% en riesgos a la salud, aunque un cambio de sistema aún permitiría disminuirla en hasta 80%.
mié 10 diciembre 2025 05:55 AM
contaminacion plastica
Los resultados del reporte de The Pew Charitable Trusts muestran que la contaminación plástico ya no es solo un problema de basura, si no es una crisis sistémica. (nick21/Getty Images/iStockphoto)

La proliferación de plásticos deteriora los ecosistemas, incrementa los riesgos para la salud y agrava la crisis climática. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se producen entre 400 y 430 millones de toneladas métricas de plástico, de las cuales se recicla menos del 10%, una cifra que refleja la magnitud del problema y la complejidad de los esfuerzos que empresas y gobiernos deben enfrentar para revertir esta crisis.

El apéndice técnico del análisis Rompiendo la Ola de Plástico 2025 de la organización The Pew Charitable Trusts, expone con detalle científico cómo el sistema actual de producción y desecho de plásticos está empujando al planeta hacia un deterioro ambiental acelerado. Sus proyecciones no son nada alentadoras, ya que bajo el escenario de continuidad productiva de la humanidad, la contaminación plástica seguirá creciendo de forma acelerada entre 2025 y 2040.

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La ola de plástico que se avecina

Durante ese periodo, The Pew destaca que la contaminación por macroplásticos (mayores a 5 milímetros) prácticamente se duplicará: la contaminación terrestre pasará de 49 a 98 millones de toneladas métricas, mientras que la contaminación acuática aumentará de 22 a 42 millones. Incluso formas más dañinas, como la quema a cielo abierto, tendrán incrementos aún mayores, ascendiendo de 56 a 150 millones de toneladas.

Para llegar a esos resultados, la organización menciona que se implementó el modelo denominado Pathways, el cual rastrea la vida del plástico desde la producción hasta su dispersión ambiental con ecuaciones que permiten simular fugas de residuos, emisiones y acumulación de microplásticos, y el resultado ha mostrado que la magnitud del desbalance entre lo que se produce y lo que el planeta puede absorber.

Dentro del periodo de análisis, que abarca 2021 a 2040, distingue ocho arquetipos geográficos según ingresos y densidad de población. Esta estructura muestra que los países con menor infraestructura de manejo de residuos soportan el mayor peso ambiental, pese a ser los menos responsables de la demanda global de plásticos.

Por otro lado, los impactos en la biodiversidad también son centrales. La acumulación de microplásticos en suelos agrícolas, cuerpos de agua y océanos altera funciones ecológicas críticas, desde la fertilidad del suelo hasta la supervivencia de especies marinas. El análisis incluye evaluaciones de toxicidad. Sustancias químicas presentes en productos cotidianos (como plastificantes y retardantes de llama que tienen los cables eléctricos) pueden trasladarse al ambiente y persistir durante décadas.

Otros productos como los envases alimentarios, que pese a su aparente inocuidad, contienen compuestos no intencionales que pueden migrar a los alimentos y al ambiente, lo que la organización subraya como urgente para que las empresas y los gobiernos puedan transparentar la composición química y simplificar los materiales utilizados.

El documento enfatiza que la crisis no es solo de residuos visibles: las externalidades químicas y climáticas del plástico son igual o más dañinas. Durante su producción, muchos polímeros liberan grandes volúmenes de gases de efecto invernadero, lo que agrava el calentamiento global.

¿Por qué ya es una crisis sistémica?

Según un reporte de Zero Carbon Analytics y Eunomia, solo siete países fueron responsables del 66% de la producción mundial de plásticos en 2024. China, Estados Unidos y Arabia Saudita son los mayores productores y, en conjunto, producen el 52% de los plásticos del mundo. Por otro lado, la concentración también se da a nivel empresarial, pues solo 18 compañías son responsables del 51% de la producción total de plásticos.

Ante ello, los resultados del reporte de The Pew Charitable Trusts muestran que el plástico ya no es solo un problema de basura: es una crisis sistémica. Así lo concluye el reporte, que revela cómo este material atraviesa todos los sectores económicos, se acumula en cada etapa de su ciclo de vida y genera impactos que van desde el deterioro ambiental hasta riesgos para la salud humana.

“La contaminación no empieza cuando el plástico se convierte en residuo; comienza desde su producción, continúa durante su uso cotidiano y escala cuando los sistemas de recolección, reciclaje y disposición fallan o son insuficientes”, agrega.

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El reporte advierte que la raíz del problema es económica: el precio del plástico no incorpora los costos sociales y ambientales de su ciclo de vida. Al quedar fuera de las cuentas nacionales y corporativas, estas externalidades abaratan la producción de más plástico y encarecen las alternativas, lo que prolonga su uso incluso en sectores con sustitutos o modelos de reutilización más eficientes.

Ante este panorama, el informe propone un cambio de paradigma. Su Escenario de Transformación del Sistema combina políticas públicas, rediseño de productos, reducción de la producción primaria, mayor reutilización y mejoras profundas en la gestión de residuos. No basta con reciclar: solo una intervención coordinada, que actúe en todos los niveles, puede evitar que la contaminación plástica se duplique hacia 2040.

De economía lineal a circular

El reporte Rompiendo la Ola de Plástico 2025 recalca que la contaminación plástica no es un problema aislado, sino un síntoma de un sistema insostenible. Para revertir la tendencia hacia 2040, las políticas públicas deben reducir la producción, rediseñar envases y fortalecer la infraestructura ambiental, integrando siempre la dimensión química y ecológica del problema.

Por su parte, System Transformation coincide en esos puntos y añade que debe existir un paquete de medidas que deben seguir los países para reducir de forma drástica la presión ambiental: eliminar polímeros problemáticos, prohibir envases innecesarios, adoptar sistemas de reutilización y aumentar el reciclaje de alta calidad.

Las grandes empresas productoras de plástico como Sinopec, ExxonMobil, LyondellBasell, Saudi Aramco, PetroChina y Dow tienen el gran reto de poder transformar sus insumos y su cadena de producción para disminuir su impacto que generan en el planeta.

La ONU también reconoce que al reincorporar materiales plásticos a ciclos productivos mediante reciclaje mecánico, químico o reutilización, se evita la extracción de petróleo y gas, los insumos primarios del plástico virgen. Esto reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, limita el uso de energía y disminuye la expansión de vertederos y la contaminación marina.

“La circularidad es una de las rutas centrales para cumplir los objetivos del tratado global contra la contaminación por plásticos que está en negociación, así como para avanzar en metas climáticas y de biodiversidad. Sin ella, los escenarios muestran que la contaminación se duplicará en menos de dos décadas”, indica la organización internacional.

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industria del plástico Contaminación ambiental

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