Investigadores japoneses han desarrollado un plástico que se disuelve en agua de mar en cuestión de horas, lo que supone una posible solución a una lacra moderna que contamina los océanos y dañan la fauna.
Aunque los científicos llevan mucho tiempo experimentando con plásticos biodegradables, los investigadores del Centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente y la Universidad de Tokio afirman que su nuevo material se descompone mucho más rápidamente y no deja rastro residual.