Pero no solo es un problema de producción, sino también de disposición, ya que, de acuerdo con el PNUMA, la tasa de reciclaje es del 9%. “El reciclaje es fundamental, pero no va a la velocidad que necesitamos. Por eso, debemos pensar en soluciones innovadoras desde el origen del empaque”, dice Macarena Chaves, Country Manager de Bioelements México.
Una de esas propuestas son las bolsas biodegradables que, a diferencia de otros tipos, no contienen aditivos que las degradan y que terminan convirtiéndose en microplásticos, sino que su formulación permite que unos hongos filamentosos, que están presentes en todos los ambientes, colonicen el empaque de afuera hacia adentro y se alimenten de él. “Es muy parecido a los hongos que puedes encontrar en una naranja, por ejemplo, o una manzana que dejas afuera del refrigerador”, explica Chaves, con lo que se degrada en un promedio de 20 meses tras el consumo. “Está comprobado que, además de ser alimento para el planeta, estas bolsas se van biodegradando sin causar una biotoxicidad ni generar microplásticos”.
Esta solución permite que la bolsa se degrade en un vertedero o en cualquier otra condición, ya que no requiere estados especiales de ambiente, pH, oxígeno o suelo, como sí sucede con otros empaques biodegradables.
A la puerta de tu casa
Para llegar a más consumidores, Bioelements ha establecido alianzas con empresas como Walmart, Uber Eats y Jüsto. Con Walmart, la cadena de autoservicio más grande de México, comenzó a trabajar hace poco más de un año. “Ambos llegamos en el momento correcto. Ellos tienen metas claras en sustentabilidad y nosotros queremos remplazar la mayor cantidad de toneladas de plástico convencional posible”, comenta Chaves.
Su adopción ha generado mejoras en eficiencia operativa y reducción de costos logísticos. “Medimos el tiempo operativo en centros de distribución y encontramos que las bolsas optimizaban el proceso de empaque en más de cinco minutos por paquete. Además, ocupan menos espacio en camiones y reducen el peso del transporte”, explica la ejecutiva. Esta alianza con Walmart no se reduce a las bolsas de entrega al consumidor final, sino que también ha presentado soluciones para el empaque en sus centros de distribución.
En el caso de Uber Eats y Jüsto, el uso de las bolsas biodegradables responde a la necesidad de alternativas sustentables para las entregas a domicilio. “Si pides por Uber Eats, notarás que la bolsa tiene información sobre su composición y cumplimiento con normativas. Educamos a nuestros clientes para evitar caer en greenwashing y asegurar transparencia en el impacto ambiental”, indica Chaves.