Los plásticos son uno de los principales materiales de uso diario, están por todos lados. Sin embargo, más allá de la practicidad que brindan, tienen numerosos efectos negativos en el ambiente y la salud humana, de acuerdo con organizaciones ambientales.
México enfrenta desafíos en la gestión y reciclaje de residuos plásticos
Existen productos plásticos que deben evitarse y ser regulados por el gobierno, debido a su impacto negativo en el medio ambiente y en la salud humana.
Publicidad
Según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF México) y del Programa de Acción de Residuos y Recursos (WRAP) en México no se gestionan adecuadamente entre el 38% y 58% del total de los residuos plásticos, es decir entre 2 y 3.6 millones de toneladas anuales de residuos de este tipo.
En 2019 se creó el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México con compromisos acerca de la recolección del material así como su reciclaje, donde se estableció que para 2025, la tasa de acopio fuese del 70% del tereftalato de polietileno (PET) y 30% en promedio de todos los plásticos, así como la incorporación de un 20% de contenido reciclado.
En 2023, la tasa de recolección de PET estuvo sobre el 60% (10% debajo de la meta), el acopio promedio de todos los residuos plásticos alcanzó un 37%, y se logró alcanzar la meta de 20% de material reciclado, de acuerdo con el cuarto Informe del Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México.
El Atlas Nacional de Residuos Sólidos Urbanos de 2022 menciona que aunque la mayoría de los municipios ofrecen servicios de recolección, pocos realizan separación en la fuente, lo que dificulta el reciclaje efectivo de plásticos y PET. Además, varios estados enfrentan problemas de infraestructura con falta de centros de acopio o estaciones de transferencia. De hecho, Campeche y Baja California Sur no tienen registro de ninguno. En cuanto a las plantas de reciclaje al menos 14 estados no cuentan con alguna.
La falta de infraestructura provoca que exista una gestión ineficiente del total de los residuos. La mayor parte de los plásticos terminan en rellenos sanitarios o tiraderos a cielo abierto, lo que contribuye a la contaminación del suelo y cuerpos de agua.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los plásticos contaminan ríos, lagos y océanos, afectando a la fauna marina. Animales como peces, aves y mamíferos marinos pueden ingerir fragmentos plásticos, lo que puede provocar obstrucciones digestivas, desnutrición y, en muchos casos, la muerte.
Los llamados microplásticos también han sido detectados en diversos alimentos y bebidas, lo que expone a las personas padecer problemas de salud como alterar las funciones fisiológicas, provocar efectos inflamatorios, daño celular y estrés oxidativo.
Publicidad
Diez materiales plásticos problemáticos y evitables
WRAP y WWF México, en colaboración con el Pacto de los Plásticos de México (PPMX), analizaron diferentes materiales plásticos y su impacto para crear una lista de los más problemáticos para la naturaleza y la salud humana.
Esta lista pretende ser una guía para que las empresas, gobiernos y academias, tomen medidas coordinadas para reducir su impacto, y caminar hacia una economía circular.
Estos fueron los que destacaron según sus características y efectos:
Publicidad
Las estrategias para el manejo de los residuos plásticos
Existen diversas regulaciones y acciones que han llevado a cabo las autoridades para mitigar los efectos negativos del plástico. En el caso de los microplásticos añadidos ya están prohibidos en varios países debido a que son tóxicos y difíciles de capturar, y se pueden filtrar en el medio ambiente. En México, se reformó el artículo 269 de la Ley General de Salud a finales de 2023. "Queda prohibido en la elaboración, importación y comercialización de productos cosméticos el uso de microplásticos añadidos intencionalmente para exfoliar, pulir o limpiar. Para efectos de lo anterior, se considerará microplástico a las partículas sólidas de plástico de hasta 5 milímetros de diámetro." En la CDMX, se prohibieron desde enero de 2021 en una reforma de la Ley de Residuos Sólidos.
Tanto en los plásticos de embalaje, en los popotes desechables y en las bolsas de un solo uso existe el consenso de que son evitables y que se puede optar por el uso de otros materiales compostables. En México, el 72% de los estados ya han establecido legislación para regular los popotes y el 88% de las entidades ya han establecido legislación para prohibir o regular las bolsas de plástico. Desde el 1 de enero de 2020, la CDMX prohibió las bolsas de plástico de un solo uso.
El PET opaco puede contaminar la pureza de los flujos de reciclado del PET transparente, lo que genera una menor valorización y menos opciones finales en el mercado, así como menos acopio, por lo que se recomienda pasar a PET transparente en todos los casos que sea posible, para asegurar su recolección y reciclaje. En los casos en que es indispensable mantener el color opaco para conservar el alimento, se deben buscar otras alternativas como evaluar un cambio de material e invertir en asegurar una recolección separada.}
Las organizaciones recomiendan eliminar los aditivos oxodegradables, debido a que se tratan de aditivos químicos que aceleran la degradación plástica, descomponiéndose en fragmentos más pequeños, y tienen un alto potencial de convertirse en microplásticos y filtrarse en los ecosistemas.
En el caso de plásticos como el PVC usado en etiquetas, en México ya están siendo sustituidas, pero aún no se ha completado totalmente su eliminación en las etiquetas. Para su uso en películas plásticas de uso alimentario se incluye en la lista debido a su alta toxicidad, escasa reciclabilidad y bajo índice de acopio. Se recomienda disminuir el uso de este material, ya que suele estar en contacto con los alimentos, y mejor utilizar recipientes de plástico para almacenar alimentos.
El problema de los plásticos exige soluciones urgentes y coordinadas que incluyan tanto políticas públicas como acciones del sector privado y la colaboración ciudadana. Mientras los avances en legislación y reciclaje son pasos en la dirección correcta, la falta de infraestructura y la gestión ineficiente de residuos siguen siendo desafíos críticos, sólo mediante un enfoque integral se podrá caminar hacia un modelo de economía circular que beneficie a las generaciones presentes y futuras.
