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El 95% de los envases cosméticos termina en vertederos y océanos

Los envases de cosméticos y maquillajes suelen ser de un solo uso, además de que la presencia de etiquetas y recubrimientos complica su reciclaje.
jue 30 octubre 2025 05:55 AM
cosméticos y medio ambiente
La mayoría de los envases cosméticos son de plástico PET, polietileno o polipropileno, materiales que pueden reciclarse solo si se separan correctamente. Sin embargo, la presencia de etiquetas, bombas, tapas o recubrimientos metálicos complica su proceso de recuperación. (Abdul Saboor/REUTERS)

El crecimiento del mercado de la belleza ha venido acompañado de una crisis silenciosa: la contaminación causada por los residuos cosméticos. Cremas, maquillajes, shampoos y envases plásticos integran una porción de los 120,000 millones de envases anuales que se van a los desechos urbanos que acaban en el suelo, los ríos y los océanos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que el 95% de envases de la industria son de un solo uso y terminan como residuos, principalmente de plástico, vidrio, metal o cartón. Además de los envases, también se generan microplásticos que se encuentran en el 79% de los productos, lo que contribuye a la contaminación de suelos y mares.

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La mayoría de los envases cosméticos son de plástico PET, polietileno o polipropileno, materiales que pueden reciclarse solo si se separan correctamente. Sin embargo, la presencia de etiquetas, bombas, tapas o recubrimientos metálicos complica su proceso de recuperación.

Carlos Berzunza, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec), explica que todos estos productos utilizan envases, principalmente de plástico, vidrio, metal y cartón, por lo que la construcción de cadenas circulares de valor que los hagan sustentables es muy importante.

“Para esta industria es prioritario construir cadenas circulares de valor, que permitan aprovechar al máximo los materiales con los que están hechos los envases de los productos y evitar que su disposición inadecuada acabe generando un problema ambiental. Además, hay una pérdida de materiales que podrían de otra forma valorizarse y reintegrarse a la cadena”, comenta Berzunza.

Por su parte, Mei Crespo, directora de Comunicación y Asuntos Corporativos de Unilever, señala que el desafío del plástico requiere de la colaboración de todos: empresas, gobiernos, organizaciones y consumidores. Aunque el reto es mayúsculo, Crespo asegura que hay pasos positivos para que las empresas del sector trabajen en conjunto, y esa colaboración ya está marcando la diferencia.

En su reporte anual de 2024, Unilever señala que se generaron 731,000 toneladas de residuos a nivel internacional, de los cuales 183,000 toneladas no fueron reciclados, es decir, el 75% de los residuos totales se recuperan para su reutilización. Otras empresas como L´Oreal y Kimberly Clark han reciclado cerca del 61% y 67% de sus residuos.

Juntos ante el reto

En muchos casos, los consumidores y las pequeñas empresas no cuentan con infraestructura para reciclarlos, por lo que finalmente terminan en vertederos o incineradoras. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), apenas el 9% de los plásticos del mundo se recicla efectivamente.

Ante esta situación, la Canipec señala que es necesario crear un sistema de economía circular para tratar el tema de los residuos plásticos y químicos junto con otros actores, en un entorno de corresponsabilidad entre empresas, gobierno y sociedad.

“No se trata de un impacto a un ecosistema sino de un nuevo paradigma, bajo el cual todos interactuamos y hacemos lo que nos corresponde”, dice el presidente de la Canipec.

Berzunza agrega que desde 2019 la industria presentó el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico ante el Senado de la República. Con esa base, explica, se empezó a trabajar para la construcción de un Plan de Economía Circular y Manejo de Residuos enfocado en la industria de productos de cuidado personal y de cuidado del hogar representada por Canipec, además de crear el (GEECI).

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El GEECI está conformado por 20 empresas del sector que promueven alianzas estratégicas y acciones que fomentan el desarrollo sostenible y cadenas circulares para la recuperación de envases posconsumo y su reintegración a la actividad productiva para alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo Nacional.

Crespo resalta que Unilever, junto con las otras empresas que forman parte del GEECI, han logrado recuperar más de 14,500 toneladas de residuos plásticos, equivalentes al peso de 11,000 autos medianos, entre los años 2022 y 2024, incluyendo materiales como el PET, polietileno de alta densidad (HDPE) y polipropileno (PP), que son de los más utilizados en la industria.

“Una de nuestras más grandes aspiraciones como compañía es lograr un mundo libre de contaminación por plástico y lo estamos haciendo a partir de tres pilares: reducción, circularidad y colaboración. Esto implica rediseñar nuestros envases, innovar en materiales y fortalecer las alianzas que nos permiten acelerar la recolección y el reciclaje”, señala la directora de Asuntos Corporativos de Unilever.

Ayuda tecnológica

La tecnología está desempeñando un papel cada vez más relevante en la reducción de residuos plásticos y químicos en la industria cosmética, tanto en los procesos de producción como en el diseño de envases y fórmulas.

Berzunza, declara que la industria se caracteriza por la innovación constante. Esto abarca desde ingredientes y formulaciones, hasta los envases. El directivo dice que incluso en los envases hay distintos aspectos que pueden rediseñarse, desde revisar los calibres hasta evaluar cambiar de materiales o integrar un porcentaje de plástico reciclado posconsumo (PCR).

“Todas son decisiones que requieren un análisis exhaustivo, ya que estos son productos regulados por la legislación de salud que requieren condiciones de envasado que garanticen la seguridad del consumidor y calidad del producto”, comenta Berzunza.

Por su parte, Crespo indica que la tecnología está redefiniendo la forma en que la industria aborda el uso de plásticos y pone como ejemplo que en Unilever se utilizan moldes impresos en 3D que reducen los tiempos de desarrollo de botellas de ocho semanas a dos y los costos hasta en 90%.

Otro de los procesos en los que están mejorando es en el desarrollo de envases pensados desde su origen para ser reciclados o reutilizados. Esto incluye el uso de monomateriales, bioplásticos y estructuras más ligeras que reducen el uso de plástico virgen y facilitan su aprovechamiento posterior. Además, se impulsa un modelo de consumo basado en formatos de recarga y reutilización, con estaciones y empaques diseñados para ser rellenados múltiples veces.

“Dove, Tresemmé, Sedal, Pond’s, Savilé y eGo ya incorporan plástico reciclado posconsumo (PCR) en sus envases, demostrando que es posible reducir el uso de plástico, manteniendo la calidad de nuestros productos. Además, desde 2014, ninguna de nuestras fábricas envía residuos a relleno sanitario”, asegura Crespo.

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