Desde las megápolis asiáticas hasta los centros industriales de América, la huella de carbono urbana se extiende como una nube que amenaza tanto la salud pública como los compromisos internacionales para frenar el calentamiento global.(ChinaFotoPress/Getty Images)
Las ciudades son el epicentro de la crisis climática, pues aunque ocupan apenas el 2% de la superficie terrestre, concentran más del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según ONU-Hábitat.
Desde las megápolis asiáticas hasta los centros industriales de América, la huella de carbono urbana se extiende como una nube que amenaza tanto la salud pública como los compromisos internacionales para frenar el calentamiento global.
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Según el inventario de emisiones de Climate TRACE, ciertas ciudades del mundo sobresalen como núcleos urbanos con niveles extraordinariamente elevados de contaminación atmosférica, especialmente por su exposición de poblaciones a fuentes de contaminación industrial.
Por nivel de concentración, la ciudad con mayor número de personas expuestas a contaminación ligada a fuentes intensivas es Karachi, Pakistán, con aproximadamente 18.4 millones de personas bajo el influjo de emisiones nocivas.
Le siguen Guangzhou, China (región metropolitana expandida) y Seúl, Corea del Sur, todas con cifras de exposición cercanas entre 18 y 18.3 millones de personas. Estas cifras no sólo reflejan volúmenes de contaminación, sino también densidad poblacional y cercanía entre fuentes emisoras y áreas residenciales.
Shangai, China(ChinaFotoPress/Getty Images)
Al cruzar esta información con los rankings de emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) para ciudades, la imagen se complementa. A julio de 2025, el ranking era liderado por Shanghai, Tokio y Nueva York.
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La Ciudad de México es la primera ciudad del país que aparece en el ranking y se encuentra en la posición 54 al emitir 33.3 millones de toneladas de Co2 equivalente (Co2e), que incluye diferentes gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.
Estas cifras colocan a las ciudades no sólo como contaminantes locales, sino como actores globales que, en algunos casos, superan como entidad urbana a países enteros en emisiones. Por ejemplo, las emisiones de Shanghai exceden las de países como Colombia o Noruega.
Sin embargo el impacto humano depende de la geografía, la distribución urbana y la proximidad de fuentes contaminantes a zonas residenciales. Climate TRACE advierte que más de la mitad de los 1,600 millones de habitantes que viven bajo penachos de contaminación están justamente bajo la influencia de esos super emisores, lo que resalta la contribución desproporcionada de un pequeño número de instalaciones al riesgo ambiental general.
Contaminación en Nueva York, Estados Unidos(Eduardo Munoz Alvarez/Getty Images)
Las ciudades más contaminantes del mundo, como Shanghai, Tokio, Karachi o Nueva York, no son solo cifras simbólicas, son focos de riesgo para la salud pública, ambientes urbanos saturados y retos críticos para las agendas climáticas, donde la densidad demográfica, la expansión industrial y la planificación urbana juegan un papel tan decisivo como la escala de emisiones.