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La recuperación de la capa de ozono puede calentar el planeta más de lo previsto

La regeneración del ozono protege contra la radiación ultravioleta, también actúa como gas de efecto invernadero y puede aumentar el calentamiento global hasta 40% más de lo previsto.
mar 09 septiembre 2025 05:55 AM
La paradoja ambiental: ¿por qué sanar la capa de ozono puede ser contraproducente para el planeta?
La capa de ozono absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) nociva del sol y protege la vida en el planeta.

La recuperación de la capa de ozono, considerada un logro ambiental, puede tener un efecto inesperado: incrementar el calentamiento global hasta 40% más de lo estimado originalmente, de acuerdo con estudio liderado por la Universidad de Reading.

La capa de ozono es conocida por su papel crucial en la protección de la vida en la Tierra frente a los rayos ultravioleta (UV) dañinos. Sin embargo, también tiene la capacidad para actuar como un gas de efecto invernadero, atrapando calor en la atmósfera. Según las personas investigadoras, a medida que la capa de ozono se recupera debido a la eliminación de sustancias químicas dañinas como los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), su contribución al calentamiento global puede ser mayor a la prevista.

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“Es un efecto secundario que no habíamos anticipado completamente. La recuperación de la capa de ozono es positiva, pero también significa que la estratosfera retendrá más calor, aumentando la temperatura global”, explicó el profesor Bill Collins, coautor del estudio publicado en Atmospheric Chemistry and Physics.

Los CFC y HCFC, utilizados históricamente en refrigerantes y aerosoles, fueron prohibidos gracias al Protocolo de Montreal de 1987, un acuerdo internacional que es considerado un éxito ambiental sin precedentes. Su eliminación permite que el ozono se regenere, reduciendo la vulnerabilidad de la Tierra a la radiación UV.

Sin embargo, la nueva investigación indica que este beneficio viene acompañado de un efecto climático no deseado: la capa de ozono regenerada aumenta la capacidad de la atmósfera para atrapar calor, contrarrestando parcialmente las reducciones de calentamiento esperadas por la disminución de otros gases de efecto invernadero.

El estudio también señala que el ozono troposférico (el ozono que se forma cerca de la superficie terrestre debido a la contaminación de vehículos, fábricas y plantas de energía) agrava el calentamiento global y plantea riesgos directos para la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que la exposición prolongada a altos niveles de ozono puede causar enfermedades respiratorias, exacerbar el asma y aumentar la mortalidad prematura.

“Debemos considerar tanto el ozono estratosférico como el troposférico en nuestras políticas climáticas. El primero contribuye al calentamiento global de manera significativa, mientras que el segundo representa un riesgo directo para la salud pública”, comentó la Dra. Laura Fleming, experta en química atmosférica de la Universidad de Reading.

La investigación sugiere que las estrategias climáticas actuales podrían subestimar el calentamiento adicional inducido por la recuperación del ozono. De acuerdo con los modelos desarrollados por el equipo de Reading, este fenómeno podría aumentar la temperatura media global en un rango que podría llegar hasta 40% más de lo previsto en escenarios previos de emisiones. Esto significa que los esfuerzos de mitigación, como la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano, podrían requerir ajustes para compensar el efecto adicional del ozono estratosférico.

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La complejidad de la interacción entre la capa de ozono y el cambio climático ha sido confirmada por estudios anteriores. La Agencia Internacional de Energía (AIE) señala que, aunque los avances tecnológicos y las regulaciones han logrado reducir los gases que agotan el ozono, la recuperación de la estratosfera implica una redistribución de energía térmica en la atmósfera que puede alterar patrones climáticos regionales, incluyendo la intensidad de huracanes y olas de calor.

El estudio también hace un llamado a políticas más agresivas para reducir la contaminación local que genera ozono troposférico. En ciudades con altos niveles de emisiones de vehículos y fábricas, como Ciudad de México, Beijing o Nueva Delhi, la formación de ozono a nivel del suelo es un problema crítico. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estas ciudades registran concentraciones de ozono troposférico superiores a los límites recomendados por la OMS en más de 150 días al año, contribuyendo tanto al calentamiento global como a problemas de salud pública.

El hallazgo también tiene implicaciones para los compromisos internacionales sobre cambio climático. Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) se basan en modelos que proyectan el aumento de temperatura global en función de las concentraciones de gases de efecto invernadero. Si el ozono estratosférico contribuye a un calentamiento mayor al esperado, las estrategias de mitigación y adaptación podrían requerir recalibración.

Pese a todo, la solución no es detener la recuperación del ozono, sino actualizar las políticas climáticas y ambientales para abordar estos efectos de manera integral. La clave, coinciden los expertos, será equilibrar los beneficios de la recuperación del ozono con estrategias más agresivas para reducir las emisiones contaminantes y proteger el clima global.

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Calentamiento global Contaminación ambiental

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