En cuanto a la ambición climática, el texto propone en una opción que el informe que sintetiza los compromisos de los países pueda publicarse anualmente, en lugar de cada cinco años.
Varias opciones también hacen alusión a la transición para abandonar las energías fósiles, un punto que enfrenta a los países productores y a aquellos que desean una "hoja de ruta" para abandonarlas.
Estas opciones proponen diversas soluciones, desde una "mesa redonda" a... nada en absoluto.
Por otro lado, se sugiere triplicar los financiamientos de los países ricos hacia los más pobres para su adaptación al cambio climático, para 2030 o 2035, lo que corresponde a una demanda de los países del Sur.
El último punto abordado por el texto es el de las medidas comerciales "unilaterales", como el mecanismo de ajuste de carbono en las fronteras (CBAM) europeo, criticado por países como China.
Sobre este delicado tema, se proponen cuatro opciones, que van desde el establecimiento de una "plataforma" de reflexión hasta la organización de una cumbre bajo los auspicios del secretario general de la ONU.