Para poder disfrutar de un litro de refresco en México, su fabricante tuvo que utilizar 1.55 litros de agua para producirlo. Sin embargo, el consumo aumenta si se toma en cuenta la producción de la caña de azúcar, más la necesaria para elaborar botellas. “Hay varias etapas en el ciclo de producción que elevan la cantidad de agua a varias decenas de litros”, explica Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor.
La industria refresquera ha tomado cartas en el asunto. Mientras que en 2008 utilizaba 2.12 litros de agua en promedio por litro de refresco, para 2013 registró 1.68 litros y ya en 2021 llegó a los 1.55 litros, un 8% menos que hace una década, de acuerdo con Vicente Rodríguez Woog, encargado de Comunicación y Estrategia de la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), organismo que agrupa a empresas como Coca-Cola FEMSA, Arca Continental, GEPP (Pepsi), Aga, Grupo Peñafiel y otras embotelladoras regionales más pequeñas.