Apple no fue la única, otras empresas, como Samsung, Xiaomi, Google y Sony, le siguieron. Hoy, a cinco años de ese hito, no se ha reducido el volumen de residuos electrónicos, pero sí han aumentado las ganancias de las empresas por la venta de cargadores. De hecho, firmas como Counterpoint Research han señalado que la medida de eliminar el cargador tenía la intención de hacer crecer el mercado de audífonos inalámbricos y cargadores.
A nivel mundial, el informe realizado por Global E-Waste Monitor señaló que cada año los residuos electrónicos aumentan en 2.6 millones de toneladas y se prevé que para el 2030 la cifra alcanzará las 82 millones de toneladas. En México, se estima que la cantidad de residuos electrónicos ronda un millón de toneladas anuales, de acuerdo con la Semarnat, lo que equivale al peso de 20,000 aviones comerciales grandes.
Al mismo tiempo, el tamaño del mercado de estos accesorios en 2019 (un año antes de que Apple los eliminara) era de 228,570 millones de dólares y se espera que para el 2030 llegue hasta los 328,690 millones de dólares, es decir, un crecimiento anual del 3.3%, según datos de Research and Markets.
Además del crecimiento del mercado, la eliminación de estos elementos también representa un beneficio económico para las tecnológicas. En marzo de 2022, la firma CCS Insight reportó que prescindir de los accesorios representaba un ahorro de 35 dólares por cada teléfono vendido de Apple.
Desde 2020 y marzo de 2022, Apple vendió alrededor de 190 millones de teléfonos a nivel mundial, por lo que las ganancias tras la eliminación de los cargadores y los audífonos, sumando la reducción de costos de envío, fueron de 6,500 millones de dólares, según la consultora.
Los analistas destacan que este ecosistema de accesorios, en particular para los cargadores, no solo aumenta los ingresos, sino que también aumenta la dependencia de los consumidores, lo que puede ser más lucrativo a largo plazo para las empresas.