Estamos en un momento crucial, donde las empresas pueden marcar un antes y un después en la transición hacia un planeta más resiliente. Las organizaciones que integran la sostenibilidad en el núcleo de su estrategia entienden que abordar los desafíos ambientales no solo es imperativo, sino una oportunidad única para liderar.
Cómo las empresas pueden ser catalizador del cambio hacia un planeta sostenible
No se trata solo de crear una imagen, sino de implementar acciones tangibles y medibles para enfrentar la crisis climática.
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No se trata únicamente de enfrentar el cambio climático; el reto abarca una serie de factores que presionan los límites de nuestros ecosistemas. Actualmente, seis de los nueve límites planetarios están considerablemente cerca de sus umbrales, lo que nos exige actuar con decisión y enfoque para asegurar el equilibrio del planeta a largo plazo.
Los límites planetarios definen procesos críticos que sostienen la estabilidad de la Tierra. Cada uno de estos procesos tiene márgenes de seguridad que no deberían sobrepasarse para preservar condiciones óptimas para la vida y el desarrollo social. No obstante, las actividades humanas han alterado varios de estos sistemas, al punto de poner en riesgo un entorno seguro para la subsistencia humana y el avance económico.
Este llamado a la acción fue evidente en este 2024 durante la Semana del Clima en Nueva York, cuando el Banco Mundial anunció su apoyo a la adopción de las normas de sostenibilidad de la Junta de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) en mercados emergentes y economías en desarrollo. Este compromiso, que sigue la línea de su respaldo previo a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), subraya la creciente importancia de la sostenibilidad como un pilar fundamental para el desarrollo económico global.
Sin embargo, de acuerdo con un reciente estudio de Capgemini sobre tendencias de sostenibilidad , mientras las organizaciones intensifican sus esfuerzos de sostenibilidad, los consumidores se muestran escépticos y más de la mitad considera que muchas empresas caen en el "greenwashing" al comunicar sus iniciativas. Este escepticismo, justificado por experiencias previas, plantea un reto: las empresas deben actuar con autenticidad y transparencia para ganarse la confianza pública.
La investigación también revela que tres cuartas partes de los consumidores esperan que las corporaciones asuman un rol protagónico en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En consecuencia, no se trata solo de crear una imagen, sino de implementar acciones tangibles y medibles para enfrentar la crisis climática, como la inversión en reducción de emisiones y la adaptación a los efectos del cambio climático.
El estudio encuestó a 2,152 ejecutivos, de los cuales el 64% considera que la geopolítica, cada vez más ligada a la sostenibilidad, es un factor relevante en sus decisiones de inversión. La eficiencia en el uso de recursos se traduce en ahorros económicos, mientras que la gestión consciente de los impactos ambientales y sociales fortalece la reputación corporativa y la licencia para operar.
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Por su parte, los gobiernos de todo el mundo trabajan en la implementación de informes de sostenibilidad coherentes. En 2023, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) aprobó sus Normas de Divulgación Relacionadas con el Clima (CRDS), que obligan a las empresas públicas a incluir información sobre riesgos climáticos en sus informes anuales. En línea con esta tendencia, el 69% de los ejecutivos anticipa que se impondrán regulaciones de sostenibilidad más estrictas en los próximos años, un aumento significativo respecto al 57% del año anterior.
Las empresas que aspiren a liderar la economía del futuro deben ir más allá del simple cumplimiento. Deben adoptar la sostenibilidad como motor de innovación, anticipándose a las regulaciones y aprovechando las oportunidades de un futuro bajo en carbono. Innovar en procesos, productos y modelos de negocio sostenibles no es solo una responsabilidad, es una ventaja competitiva en un mundo que exige un cambio urgente hacia la descarbonización.
Construir un futuro donde la prosperidad económica esté alineada con el bienestar social y la protección del planeta no es una opción, sino una obligación. Las empresas que asuman este desafío con liderazgo no solo estarán asegurando su propio futuro; estarán construyendo, además, un legado de prosperidad para las generaciones venideras. ¿Qué papel jugará tu empresa en esta transformación?
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Nota del editor: Ramón Álvarez es presidente de Capgemini para la región Norte de Latinoamérica. Síguelo en LinkedIn. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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