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¿Cómo pueden las emisiones evitadas contribuir a la descarbonización global?

Medir y comunicar este impacto es fundamental para acelerar la adopción de soluciones que favorezcan la transición hacia una economía baja en carbono.
jue 09 enero 2025 06:01 AM
¿Cómo pueden las emisiones evitadas contribuir a la descarbonización global?
Aunque el concepto de emisiones evitadas ofrece múltiples beneficios, su adopción enfrenta importantes desafíos, apunta Antonio Vizcaya Abdo.

La aceleración de la descarbonización es uno de los desafíos más urgentes para limitar los efectos del cambio climático. Las empresas, como actores esenciales de la economía, desempeñan un papel crucial en este proceso. Más allá de reducir sus propias emisiones, tienen la capacidad de ofrecer soluciones que permitan a otros sectores disminuir sus emisiones, una contribución clave para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

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Esta influencia va más allá del cumplimiento interno. El desarrollo de tecnologías innovadoras, como las energías renovables, los vehículos eléctricos o las soluciones digitales, no solo reduce las emisiones propias de una empresa, sino que también contribuye a evitar emisiones en sectores críticos. Estas innovaciones pueden transformar cadenas de valor completas, generando un impacto positivo significativo a nivel global.

Medir y comunicar este impacto es fundamental para acelerar la adopción de soluciones que favorezcan la transición hacia una economía baja en carbono. El concepto de emisiones evitadas, conocido también como alcance 4, permite cuantificar las reducciones indirectas de gases de efecto invernadero logradas por el uso de productos y servicios eficientes. Esta métrica complementa los alcances tradicionales (1, 2 y 3) y ayuda a demostrar cómo las empresas contribuyen a la descarbonización más allá de sus operaciones directas.

¿Qué son las emisiones evitadas y por qué son relevantes?

Las emisiones evitadas son aquellas que no se generan gracias al uso de productos o servicios que reemplazan alternativas menos eficientes. Este enfoque permite medir el impacto positivo de soluciones que ayudan a reducir las emisiones globales, superando los límites operativos de una organización.

A diferencia de los alcances 1, 2 y 3, que se centran en las emisiones propias de una empresa y su cadena de suministro, las emisiones evitadas capturan los beneficios ambientales que los productos y servicios generan en otros sectores. Esta métrica es especialmente relevante en industrias donde las tecnologías avanzadas tienen un impacto significativo en la reducción de emisiones, impulsando la transición hacia una economía descarbonizada.

Beneficios estratégicos de medir las emisiones evitadas

- Evaluar y reportar las emisiones evitadas aporta beneficios significativos para las organizaciones, al ofrecer una perspectiva más completa de su impacto ambiental y su contribución a la transición hacia una economía baja en carbono:

- Fomento de la innovación tecnológica: El cálculo de emisiones evitadas impulsa la creación de soluciones orientadas a reducir la huella de carbono en diferentes sectores. Esto fomenta la inversión en tecnologías que, además de ser rentables, contribuyen a los objetivos globales de descarbonización.

- Refuerzo de la posición competitiva: Las empresas que destacan sus emisiones evitadas pueden mejorar su reputación ante inversionistas, clientes y reguladores, al demostrar que sus productos generan beneficios ambientales tangibles más allá de su actividad interna.

- Toma de decisiones estratégicas: Contar con métricas claras permite identificar oportunidades de negocio alineadas con la descarbonización, priorizando proyectos que maximicen el impacto positivo y fortalezcan las alianzas estratégicas.

Retos en la adopción de las emisiones evitadas

Aunque el concepto de emisiones evitadas ofrece múltiples beneficios, su adopción enfrenta importantes desafíos. Uno de los principales es la falta de un marco normativo estándar que permita calcular y reportar estas emisiones de manera uniforme. Esto dificulta la comparabilidad entre sectores y organizaciones, y puede generar inconsistencias en la comunicación.

Otro obstáculo es la complejidad en la verificación. El cálculo de estas emisiones implica hacer comparaciones hipotéticas entre tecnologías actuales y alternativas tradicionales, lo que requiere supuestos claros sobre el comportamiento del mercado y los usuarios.

Asimismo, existe un riesgo de distracción. Es fundamental que las organizaciones no utilicen las emisiones evitadas para desviar la atención de la necesidad de reducir sus propias emisiones directas e indirectas. Las emisiones evitadas deben ser vistas como un complemento a las estrategias internas de reducción, no como un reemplazo o un mecanismo de compensación.

Recomendaciones para comunicar las emisiones evitadas

Para maximizar el valor estratégico de las emisiones evitadas, las organizaciones deben asegurarse de comunicar esta métrica de forma clara y precisa. Algunas recomendaciones clave incluyen:

- Separar las emisiones evitadas de los reportes tradicionales: Los avances en las emisiones propias deben reportarse por separado de los beneficios asociados a los productos y servicios ofrecidos.

- Transparencia metodológica: Es esencial detallar cómo se calculan las emisiones evitadas, explicando los supuestos y limitaciones que afectan los resultados.

- Compromiso previo con la reducción interna: Antes de comunicar los beneficios derivados de sus productos, las empresas deben demostrar avances concretos en la reducción de sus propias emisiones, validando objetivos climáticos a través de iniciativas como SBTi.

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Incorporar la medición de emisiones evitadas ofrece a las empresas una herramienta estratégica para amplificar su contribución a la descarbonización global. Este enfoque permite ir más allá de la gestión interna de emisiones, destacando cómo los productos y servicios desarrollados pueden generar un impacto positivo en la reducción de emisiones en otros sectores, reforzando así el rol de las empresas en la transición climática.

A pesar de que aún es necesario avanzar en la estandarización de su cálculo y reporte, las emisiones evitadas tienen el potencial de convertirse en un componente clave de las estrategias corporativas orientadas a la sostenibilidad. Comunicar estos resultados de manera clara y transparente no solo fortalecerá la credibilidad de las organizaciones, sino que también las posicionará como líderes en la transformación hacia una economía baja en carbono. Las empresas que adopten esta métrica estarán mejor preparadas para responder a las crecientes expectativas de reguladores, inversionistas y consumidores, consolidando su relevancia en un entorno donde la acción climática es cada vez más urgente y demandada.

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Nota del editor: Antonio Vizcaya Abdo, consultor en distintas organizaciones y profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México enfocado en Sostenibilidad Corporativa. Reconocido por LinkedIn como Top Voice en Sostenibilidad. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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Opinión Protección al medio ambiente Empresas

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