Cuando mis hijos me pregunten: “¿qué tipo de planeta nos dejaste?” o “¿qué hiciste para mejorar el mundo para la próxima generación?”, quiero responder con orgullo, no con arrepentimiento. Estas preguntas no son hipotéticas; son la brújula moral que debería guiar nuestras decisiones como individuos, emprendedores y ciudadanos globales.
Negocios regenerativos, un modelo para un mundo resiliente
En un mundo moldeado por el capitalismo extractivo—un sistema que prioriza ganancias a corto plazo a costa de la sostenibilidad—las consecuencias son imposibles de ignorar: selvas arrasadas, biodiversidad en declive, un planeta que se calienta, desigualdades sociales que se agravan… Sin embargo, como emprendedor y optimista, creo en nuestra capacidad de evolucionar; los sistemas que creamos pueden ser reimaginados. El capitalismo, como cualquier "ismo", es un constructo humano. Si está roto, podemos repararlo. Pero primero, debemos reconocer sus fallas.
El problema: un sistema de extracción
Nuestro modelo actual prospera en la extracción, ya sea de recursos naturales, trabajo o riqueza. Este enfoque asume como posible un crecimiento infinito en un planeta finito, ignorando los puntos de inflexión ecológicos y sociales que cada vez están más cerca. La concentración de riqueza es otra forma de extracción; el 1% más rico de la población controla una proporción creciente de los recursos, y la historia demuestra que tales inequidades conducen inevitablemente al descontento social, no a revoluciones abiertas.
Aunque los intentos filantrópicos de "retribuir" parecen responder a estas tensiones, suelen ser impulsadas por visiones egocéntricas sobre lo que creen que el mundo o las personas necesitan. Si bien combatir enfermedades o abordar problemas globales es loable, estas iniciativas rara vez abordan los desequilibrios sistémicos que crearon estos problemas. Por lo tanto, en lugar de preguntarnos “¿qué podemos arreglar?”, deberíamos cuestionarnos algo más profundo: ¿cuánto es suficiente?
Equilibrio y responsabilidad
La verdadera transformación comienza con el equilibrio. La Tierra ya provee de los recursos necesarios para que la vida prospere. Nuestra tarea no es dominar o explotar estos recursos, sino administrarlos de manera responsable, como seres inteligentes. Esto implica redefinir el capitalismo hacia un modelo más consciente, que valore el bienestar de todas las partes interesadas, no sólo de los accionistas.
Negocios regenerativos: más allá de la sostenibilidad
La regeneración trasciende la sostenibilidad. Mientras que esta última busca mantener el statu quo para las generaciones futuras, la regeneración aspira a restaurar y renovar. Se trata de dejar el mundo mejor de como lo encontramos: revitalizando ecosistemas, empoderando comunidades y fomentando la equidad.
Los negocios regenerativos entienden que forman parte de un sistema mayor. No se conforman con minimizar el daño, sino que buscan crear valor positivo para las personas, el medio ambiente y el planeta. Este enfoque está alineado con los valores de la sabiduría indígena, que enfatiza la reciprocidad y la interconexión, en contraste con el modelo lineal de "tomar-producir-desechar" del capitalismo tradicional.
A nivel global, existe un grupo de casi 10,000 empresas que encarnan estos principios. Estas organizaciones se responsabilizan ante un espectro más amplio de partes interesadas que, en lugar de priorizar exclusivamente las ganancias, miden el éxito a través de su impacto en los colaboradores, las comunidades y el medio ambiente.
El futuro: regeneración y capitalismo consciente
¿Es la regeneración sólo otra palabra de moda? No. Cada movimiento responde a su momento histórico. En los años 60, libros como ‘Primavera Silenciosa’, de Rachel Carson , despertaron una conciencia ecológica frente a los peligros de los pesticidas y la contaminación industrial. En los 90, el movimiento en pro de la sostenibilidad buscó garantizar que las generaciones futuras pudieran disfrutar del mismo nivel de vida.
Hoy en día, la regeneración construye sobre esos cimientos, ofreciendo una visión proactiva y restauradora. Conceptos como el capitalismo consciente y las prácticas regenerativas proponen soluciones a las raíces de nuestras crisis planetarias y sociales, priorizando el equilibrio por sobre los excesos, y la colaboración por sobre la competencia.
Un llamado a la acción
Entonces, ¿qué les diré a mis hijos? Les haré saber que elegí ver al capitalismo no como una fuerza inmutable, sino como una herramienta que podemos rediseñar. Les contaré que alineé mi negocio y mis decisiones diarias con los principios de la regeneración, buscando dejar un legado de equilibrio y esperanza.
¿Y tú, qué les dirás tú a tus hijos? La decisión está en nuestras manos, no sólo como individuos, sino como colectivo. Al adoptar modelos de negocios regenerativos y apoyar organizaciones que los promueven, podemos construir un mundo resiliente y equitativo para las generaciones futuras.
____
Nota del editor: David Leventhal es cofundador de Regenerative Travel y Playa Viva . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión