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Las tendencias clave en temas ESG para las empresas en 2025

La prevención del greenwashing, la transición energética y el financiamiento para combatir el cambio climático, serán clave para las empresas en 2025.
mar 31 diciembre 2024 05:00 AM
tendencias y esg
Las tendencias en 2025 se centrarán en temas que son clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los próximos años.

El 2024 ha estado marcado por un creciente interés de las empresas y gobiernos por redoblar esfuerzos para cumplir con las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en temas de ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).

Para el año que está por comenzar, hay factores en los que se han puesto el ojo y poder avanzar en temas de sostenibilidad como son: el combate al greenwashing; la innovación tecnológica para el combate al cambio climático; el financiamiento para proyectos de sustentabilidad; la implementación de reportes ESG en el mundo; la transición energética; y mayor transparencia en temas de diversidad, equidad e inclusión.

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Combate al lavado de imagen ecológico

Según un informe de Integrity Matters, el lavado de imagen ecológico o greenwashing afecta la lucha contra el cambio climático, pues la propagación de una imagen ambientalista infundada o engañosa puede crear un espejismo sobre la realidad a la que se enfrenta el mundo.

Por ello, tanto la ONU como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) hacen la recomendación a las empresas y gobiernos de ser mucho más concisos a la hora de presentar datos en los reportes de sustentabilidad, lo que permitirá que sus avances sean medibles. Además, las organizaciones internacionales recalcan que los gobiernos deben trabajar en marcos regulatorios que mitiguen la información irregular.

“Las afirmaciones engañosas o confusas de cero emisiones netas por parte de actores no estatales no solo erosionan la confianza en las promesas de cero emisiones netas en general, sino que socavan los compromisos soberanos de los Estados y subestiman el trabajo necesario para lograr el cero neto global”, indicó la ONU en un comunicado.

Tecnología al servicio ecológico

El calentamiento global ya es una realidad que alcanza a toda persona que habita el planeta y el uso de la tecnología ha sido utilizada para poder medir, analizar y mitigar el cambio climático y otros temas relacionados con la sostenibilidad. Aunque por otro lado, ha sido foco por el impacto que tiene su uso masivo en el medio ambiente.

Sin embargo, la tecnología se reinventa cada día y surgen aplicaciones innovadoras que ayudan a preservar y restaurar la naturaleza, y persiguen distintos objetivos. Algunos de los casos más sobresalientes que estarían en temas de conversación en 2025 son en el uso en el desarrollo de energías renovables, además de la gestión de residuos y recursos naturales.

“La relación entre medio ambiente y tecnología es necesaria para garantizar la viabilidad del planeta. Para ello, es crucial promover la innovación sostenible y fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de preservar los entornos naturales. Con un enfoque adecuado, la tecnología es una herramienta poderosa para construir un futuro más verde y sostenible”, indicó Telefónica en un reporte.

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Más recursos financieros

Según Vanessa Müller, socia de consultoría de Ernst & Young Business Advisory, el 2025 estará destinado a ser un momento crucial para los fondos, bancos, instituciones financieras y compañías de seguros, ya que los cambios regulatorios están reconfigurando las prácticas de finanzas sostenibles en todo el mundo.

Además, estas instituciones financieras también juegan un papel clave en el desarrollo del financiamiento sostenible, pues el cambio de paradigma del sector puede impulsar más proyectos que ayuden a combatir el cambio climático, además de inyectar capital a empresas que quieran realizar una transición sostenible.

Uno de los elementos a considerar para el próximo año es que en Europa, la Autoridad de Valores y Mercados (ESMA), ha introducido unas directrices estrictas sobre los nombres de los fondos relacionados con criterios ESG, que entrarán en vigor para los nuevos fondos a partir de noviembre de 2024 y serán obligatorias para los fondos existentes a partir de mayo de 2025.

“Estas directrices tienen por objeto eliminar la ambigüedad en el uso de la terminología relacionada con la sostenibilidad en los productos financieros. Según las nuevas normas, los fondos deben destinar al menos el 80% de sus inversiones a objetivos medioambientales o sociales, evitando al mismo tiempo la exposición a sectores controvertidos como los combustibles fósiles, la fabricación de armas y el tabaco”, indicó un reporte de EY.

Hacia una energía más verde

El 2024 se hicieron los registros de calor más altos registrados en la historia, lo que plantea los cambios necesarios en la industria energética para un menor consumo de energía fósiles y avanzar hacia la transición y transformación de todo el sector hacia un camino más verde.

“El proceso de transición energética no es algo nuevo en la historia. En el pasado ya asistimos a otros grandes cambios históricos, como el de la madera al carbón en el siglo XIX o del carbón al petróleo en el siglo XX. Lo que caracteriza esta transición respecto a la anterior es la necesidad de proteger el planeta de la peor amenaza que hemos tenido que afrontar hasta la fecha, y que tenemos que hacerlo lo más rápidamente posible”, indicó en un reporte, Enel.

Según el informe de Enel, en los últimos años la energía fotovoltaica y la eólica se han sumado a otras tecnologías ya maduras, como la hidroeléctrica y la geotérmica, y hoy son las grandes protagonistas de la transición en curso. Un verdadero cambio de paradigma centrado en la descarbonización, es decir, el abandono paulatino de las fuentes fósiles y, consecuentemente, en el cierre de las centrales de carbón.

Además, también destacó que el desarrollo de nuevos sectores, como la energía marina y el hidrógeno verde, podrían contribuir en el corto plazo a la transición, mientras que serán decisivas las tecnologías de storage, es decir, sistemas de almacenamiento de energía capaces de compensar las intermitencias de fuentes como la solar y la eólica.

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