El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el consumo del cobre, litio, níquel y cobalto pueda incrementar hasta seis veces en la siguiente década para cubrir la producción de baterías y otros usos de energías limpias. El mismo organismo apunta que es probable que los precios en general para estos metales continúen ascendiendo en el mediano plazo, aunque a un ritmo mucho más gradual que en años previos.
“En algunos sectores ya se ha observado un cambio estructural en la demanda por materias primas y en consecuencia presiones en precios particularmente en metales dado su uso intensivo por parte de tecnologías renovables y vehículos eléctricos”, indican los analistas de Banorte.
El cobre, es el metal que ha incrementado 23% su precio en los últimos 10 años. Un actor clave en la transición ha sido el litio, y su precio ha sufrido volatilidad en los últimos dos años, pues ha caído un 80% desde los máximos que observó en 2022 cercanos a 80,000 dólares la tonelada (USD/ton), aunque a niveles actuales son cercanos a 11,500 USD/ton se ubica 50% por arriba de lo observado hace 5 años. “Hacia delante, es probable que esta tendencia (del litio) se estabilice en la medida que continúe la creciente adopción de energías alternativas”, asegura Banorte.
Las tierras raras también subirán
El precio de las tierras raras escalará de forma significativa en los próximos años ante la mayor demanda para turbinas eólicas y autos eléctricos, dijo a Reuters el CEO de Aclara Resources, Ramón Barúa.
El ejecutivo explicó en una entrevista a Reuters que entre 90% y 95% de la demanda futura de este material clave para la fabricación de magnetos permanentes vendrá de industrias vinculadas a la transición energética.
Actualmente, el mercado anual de tierras pesadas, como disprosio y terbio, se encuentra entre 3,000-3,500 toneladas casi concentradas en la producción de China y Myanmar. Para 2030 las proyecciones que maneja la compañía listada en Toronto muestran que la demanda se duplicaría.
Las tierras raras también se usan en smartphones, televisores, drones, óptica y equipamiento de salud.
Con información de Reuters.