Expansión (E): ¿Cómo traza Orbia su estrategia de sostenibilidad?
Tania Rabasa (TR): El punto de partida es el propósito de la empresa. Orbia tiene un propósito muy claramente definido, que es contribuir a que se resuelvan tres grandes desafíos globales: seguridad hídrica y alimentaria; acceso a la información y conectividad; y descarbonización y transición energética. El hecho de que sea un propósito que esté muy embebido en toda la empresa y que realmente todos compartan ha sido fundamental. Para implementar estrategias ESG efectivas lo que se requiere es un gran compromiso y colaboración en todos los niveles de la organización, al mismo tiempo que un enfoque proactivo, a la vez que flexible, para poderse adaptar a un entorno empresarial y regulatorio, que particularmente en estos temas, está en constante cambio.
Además, nos hemos asegurado que la estrategia de sostenibilidad no nada más esté ligada, sino que en realidad sea la estrategia del negocio. En ese sentido, buscamos un crecimiento sostenible para la empresa. Recientemente actualizamos nuestro análisis de materialidad con un análisis de doble materialidad, conforme a la nueva regulación, y esto permite realmente tener un diagnóstico muy claro de la situación de la empresa en términos de sus impactos ambientales, sociales, de gobernanza, y también cómo estos elementos impactan a la empresa.
E: ¿Qué beneficios tangibles han tenido por aplicar este tipo de estrategias?
TR: La atracción y retención de talento, el cumplimiento normativo y la gestión de riesgos. Otro muy claro es el acceso a capital y a mejores tasas. Los inversionistas, particularmente institucionales, están cada vez más enfocados en invertir en empresas con perfiles muy sólidos. En Orbia sacamos un bono ligado a la sostenibilidad y esto lo logramos gracias a la estrategia y a las prácticas ESG que tenemos, y nos permitió tener acceso a esos fondos muy competitivos. También un elemento muy importante que hemos visto es eficiencia operativa en muchos casos, reducción de costos y optimización de recursos. Tener prácticas sostenibles en algunos casos implica ciertas inversiones iniciales, pero en otras te permite un uso mucho más eficiente de los recursos y por lo tanto reducir costos operativos. Y luego, diría que es una manera de asegurar la sostenibilidad y la resiliencia de la empresa en el largo plazo en este entorno empresarial tan dinámico y complejo.