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Las empresas de ropa adaptan su negocio a un modelo más sustentable

Las compañías de la industria textil reconfiguran su forma de negocio para integrar productos que tengan un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
lun 07 julio 2025 03:42 PM
ropa y sustantabilidad
Las empresas de ropa buscan reducir tener una huella ecológica con un manejo adecuado de residuos y un menor consumo de agua.

Una persona puede elegir una nueva prenda de vestir en tan solo unos minutos. Será una prenda que use unos cuantos meses, pero que tardara cientos de años en degradarse, lo que convierte a la industria de la moda en la segunda más contaminantes del mundo, de acuerdo con la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Su modelo de producción acelerada, conocido como "fast fashion", genera grandes volúmenes de residuos, consume enormes cantidades de agua y energía, y contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, además de fomentar prácticas laborales poco éticas en muchas partes del mundo.

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Para elaborar una sola camiseta de algodón, las estimaciones de la UNCTAD indican que se necesitan 2,700 litros de agua dulce: la cantidad de agua que una persona bebe en dos años y medio.

Un informe de Epson y Green Story señala que las prendas que más agua consumen son: sudaderas, con 14,364 litros de agua; chamarras, 11,672 litros; pantalones, 6,917 litros; las faldas tiene un consumo de 6,517 litros; los abrigos en promedio consumen en su producción 5,906 litros; los calzoncillos, necesitan 2,804 litros y para producir unos calcetines se necesitan 935 litros.

Además del consumo de agua, las compras de textiles generan cada año alrededor de 270 kilogramos (kg) de emisiones de CO2 por persona. Al contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de toda la población llegaría un total de 2,202 millones de toneladas de CO2 al año, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, lo que equivale a las emisiones de India, el tercer país más contaminante del mundo.

Ante esta situación, algunas empresas buscan que la moda sea sostenible, al adoptar prácticas más responsables, como disminuir el consumo de agua, generación de menos residuos ey uso de insumos que tengan un impacto positivo en el ambiente y la sociedad.

El cambio al outfit verde

Patagonia, la empresa de ropa para actividades al aire libre, se ha consolidado como un referente en sostenibilidad dentro del sector textil. En 1996, fue pionera en dejar de usar algodón convencional y migrar totalmente a algodón orgánico en su línea de productos. Actualmente, más del 90% de sus productos se fabrican con materiales reciclados o de bajo impacto, como algodón orgánico, poliéster reciclado y cáñamo.

La empresa también cuenta con un modelo de economía circular, que incluye el programa Worn Wear, que promueve la reparación y reutilización de prendas, además de ofrecer reventa y reciclaje. En su operación, utiliza energía 100% renovable y trabaja para alcanzar la neutralidad de carbono en toda su cadena de suministro en este año.

Además, a través de la iniciativa “1% for the Planet”, dona parte de sus ventas a organizaciones ambientales y, en un movimiento sin precedentes, su fundador Yvon Chouinard transfirió el 100% de las acciones a un fideicomiso y una organización sin fines de lucro para que las utilidades se destinen a la lucha contra el cambio climático.

En México, también hay empresas que están migrando hacia operaciones más responsables, como MAJA Sportware, una marca que nació durante la pandemia y que se especializa en ropa para deportes al aire libre.

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Jonathan Reyes, coordinador de Marketing de MAJA Sportswear, explica que la empresa hace sus diseños en México, pero se maquila en China. Sin embargo, buscan otros procesos para disminuir su impacto ecológico como usar algodón sustentable de Perú o textiles a base de bambú.

Otros de los programas para hacer prendas más sustentables es colaborar con una empresa mexicana que rescata velas de barco del agua y las transforma en productos como mochilas y gorras, con el fin de reducir la contaminación y promover el reciclaje.

“La naturaleza es un pilar fundamental en el ADN de la marca y lo que también buscamos transmitir a través de acciones a nuestros clientes y colaboradores”, agrega Reyes.

Otros ejemplos de acciones que buscan una industria más sustentable es lo que hace H&M, que ha adoptado un esquema de recolección de ropa y la fabricante de jeans Guess, que forma parte de un programa de reciclaje de guardarropa; mientras que otras firmas producen prendas de poliéster obtenido de botellas recicladas.

Algunas compañías más pequeñas también se han sumado al movimiento para cambiar la industria del vestido e implementar un modelo de negocios sostenible.

Entre ellas se cuentan la suiza Freitag, que utiliza lonas y cinturones de seguridad de camiones para hacer bolsas y mochilas; Indosole, por su parte, fabrica zapatos con llantas viejas; y Novel Supply, de Canadá, tiene un esquema de devolución en el que los clientes pueden regresar sus prendas cuando ya no las usan para que la empresa las recicle.

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