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Vivir electrificados: el inalcalzable ejemplo de Noruega

Noruega ha logrado que el 90% de sus autos nuevos sean eléctricos gracias a incentivos fiscales y una infraestructura avanzada. México enfrenta desafíos que hacen ver ese ejemplo como inalcanzable.
vie 07 febrero 2025 05:00 AM
noruega y autos electricos
En 2024, casi el 90% de los autos nuevos vendidos en Noruega fueron completamente eléctricos, un incremento notable desde el 82.4% registrado en 2023.

Noruega es un referente global en la adopción de vehículos eléctricos. En 2024 logró que del total de autos vendidos el 90% fueran eléctricos. Este éxito es resultado de una estrategia integral que combina incentivos fiscales, inversión en infraestructura y regulaciones orientadas a la sostenibilidad, un ejemplo para otros países que buscan acelerar la transición hacia una movilidad más limpia. En el caso de México, la adopción de vehículos eléctricos es baja y el logro del país europeo se ve inalcanzable.

El caso Noruega

En 2024, casi el 90% de los autos nuevos vendidos en Noruega fueron completamente eléctricos, un incremento notable desde el 82.4% registrado en 2023.

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Este éxito no es producto del azar, sino de una estrategia integral que combina políticas públicas efectivas, incentivos fiscales y una infraestructura de carga bien desarrollada. Desde la exención del 25% del IVA hasta beneficios como estacionamiento gratuito y acceso a carriles exclusivos, el gobierno noruego ha creado un entorno favorable para los conductores de vehículos eléctricos.

Además, Noruega ha invertido en infraestructura de carga y cuenta con más de 2,000 estaciones solo en Oslo, la capital del país, con alrededor de 700,000 habitantes. Por el contrario, en la Ciudad de México, que cuenta con aproximadamente 10 millones de habitantes, tiene poco más de 100 estaciones de carga.

La combinación de incentivos y desarrollo de infraestructura le ha permitido a Noruega alcanzar hitos históricos, como convertirse en la primera nación donde los vehículos eléctricos superan en número a los de gasolina.

Políticas e incentivos

Una de las políticas más destacadas de Noruega es la exención de impuestos para los vehículos eléctricos, lo que los hace considerablemente más asequibles que sus contrapartes de gasolina o diésel.

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Además de la exención del IVA, los propietarios de este tipo de vehículos disfrutan de beneficios como estacionamiento gratuito, descuentos en peajes y acceso a carriles de autobús, lo que hace que la opción eléctrica sea no solo ecológica, sino también económicamente atractiva.

El estudio Movilidad Eléctrica Preparada para el Futuro de TCS 2025 destaca que el 60% de los consumidores y 74% de los fabricantes afirman que la infraestructura de carga es el principal obstáculo que limita el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos. El estudio también señala que la sostenibilidad y los menores costos operativos son factores clave para impulsar la adopción de vehículos eléctricos.

¿Pueden otros países replicar el éxito de Noruega?

La experiencia de Noruega ofrece lecciones valiosas para países como México. Aunque México ha implementado algunas medidas, como la exención del pago de impuestos para la importación de vehículos eléctricos ligeros nuevos y deducciones fiscales para inversiones en vehículos eléctricos,la adopción de estos vehículos sigue siendo limitada, solo 2% del total de autos vendidos fueron eléctricos.

Expertos señalan que es necesario ampliar los incentivos fiscales y desarrollar una infraestructura de recarga más robusta para fomentar la adopción masiva de estos vehículos en México. Además, la implementación de estrategias como la instalación de paneles solares y tarifas horarias diferenciadas para la carga de vehículos eléctricos podrían acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible.

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Si bien replicar el modelo de Noruega no es una tarea sencilla, su experiencia demuestra que la combinación de incentivos económicos, infraestructura de carga accesible y políticas públicas claras puede acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible. En el caso de México, ampliar los beneficios fiscales, invertir en redes de carga y fomentar el acceso a autos eléctricos podría ser clave para avanzar en esta transformación.

Una de las principales medidas implementadas es la NOM 163 de la SEMARNAT que regula las emisiones de CO2 de los vehículos ligeros, estableciendo límites de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Su segunda fase se implementará entre 2025 y 2027, y de acuerdo con el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) será fundamental para promover la electrificación vehicular en México. Sin embargo, su diseño actual presenta flexibilidades que debilitan su impacto y no establece objetivos más allá de 2027, lo que pone en riesgo el cumplimiento de las metas climáticas del país.

Para que esta norma sea una herramienta efectiva, es necesario revisar sus alcances y fortalecer sus exigencias para lograr los objetivos del país como lograr que el 50% de los vehículos ligeros sean eléctricos para 2030.

Para maximizar el impacto de la NOM-163, el ICCT recomienda establecer metas de reducción de emisiones hasta 2035, eliminar flexibilidades que reducen la efectividad de la norma y fortalecer el mercado interno de vehículos eléctricos. Estas acciones permitirían a México cumplir con el Acuerdo de París, mejorar la calidad del aire y posicionarse como un líder en manufactura automotriz limpia. Un marco regulatorio más sólido impulsaría la innovación tecnológica y atraería inversiones en electromovilidad, consolidando la transición hacia un transporte más sostenible.

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