Entre todas las industrias, la aviación es la que más dificultades enfrenta para lograr una transición sostenible debido a las pocas opciones de combustibles alternativos, según Guillaume Gressin, vicepresidente de Internacional, Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus en la región de América Latina y el Caribe. No obstante, explica que la empresa está trabajando en un avión a base de hidrógeno, que actualmente está en fase de pruebas y se espera que esté operativo en 2035.
“En Airbus vemos que los combustibles alternativos son en los que tenemos que poner nuestro esfuerzo, porque van a tener una fuerte repercusión en la aviación mundial. Hemos estudiado el impacto y se ha descubierto que al tener una nueva alternativa de combustible menos contaminante, las aerolíneas pueden reducir alrededor del 80% su huella de carbono”, dice Gressin.
El directivo de Airbus señala que el proyecto ZEROe está explorando tecnologías complementarias para impulsar el desarrollo de la combustión de hidrógeno. Además, el proyecto se encarga de preparar el ecosistema necesario para la producción y suministro de hidrógeno. En el caso de la combustión de hidrógeno, se modifican los inyectores de combustible y los sistemas de las turbinas de gas para que funcionen con hidrógeno, de forma similar a como se impulsan los aviones actualmente.
Gressin explica que el segundo proyecto en el que trabaja la empresa utiliza pilas de combustible de hidrógeno para generar energía eléctrica. Esta energía alimenta motores eléctricos, que a su vez impulsan una hélice o un ventilador. Se trata de un sistema de propulsión totalmente eléctrico, que contrasta con los sistemas de los aviones actuales.