Las grandes ciudades en muchas ocasiones se parecen más a un campo minado, que a un refugio para albergar a sus pobladores. Movilidad apta solo para unos cuantos, infraestructura deficiente, no consideración por personas con discapacidad e incluso rechazo a las mascotas, desmitifican la idea de que las ciudades fueron diseñadas para todos.
En la actualidad, con una proyección de que el 70% de la población mundial vivirá en centro urbanos en 2050, el objetivo y reto es hacer a estas metrópolis más justas y accesibles.
“Hay que garantizar el derecho humano de todas las personas que habitamos en las ciudades. Hablar de inclusión, pensamos solo en accesibilidad, pero también hay que pensar en respeto, en que sea representativo, seguro y participativo”, dijo Astrid María García Gallegos, directora de Fundación Dr. Simi, en marco del Expansión ESG Summit 2025 .