Los objetivos de la alianza
Isabel Studer y Shirley Wagner, presidenta y vicepresidenta de Sostenibilidad Global, señalan que esta alianza también aborda las desigualdades sociales que existen en el país, pues sólo el 20% de la población puede adquirir un automóvil, mientras que el resto de la población depende de un transporte público insuficiente y obsoleto.
“Las nuevas tecnologías y el bienestar asociado a ellas deben ser accesibles a todas las personas. Se trata de un asunto no sólo de justicia sino también de desarrollo y de bienestar común. Nuestra convicción es que el desarrollo debe ser económica, ambiental y socialmente sostenible, y que sólo lograremos alcanzarlo mediante un esfuerzo conjunto entre sectores. Este enfoque no puede ser impuesto; tiene que construirse, de abajo hacia arriba, y en donde todos participen porque a todos beneficia”, indicaron las representantes de la AMS en un comunicado.
Para lograr los objetivos de la alianza es vital que las empresas de electromovilidad (principalmente las fabricantes de autos y camiones) tengan una oferta que sume al sistema de transporte público electrificado. Marcas como Tesla, BYD, JAC, BMW, Audi, Volkswagen, Ford, Chevrolet, Volvo y Peugeot ofrecen modelos que cumplen con estas características para el transporte privado y público en el mercado mexicano.
Actualmente, en México, se han registrado 233,528 vehículos híbridos y eléctricos en el país. De estos, el 85% son híbridos puros, el 8% híbridos enchufables, y el 7% son vehículos completamente eléctricos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La mayor concentración de estos vehículos se encuentra en el Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), con el 43% del total.
Por otro lado, las empresas que crean unidades de transporte de carga han invertido en tecnología para eficientar el uso de las unidades y crear baterías con la energía necesaria para que camiones recorran largos trayectos. “El futuro del transporte no está sólo en la velocidad o la eficiencia, sino en la sostenibilidad”, afirma Ernesto del Blanco, director general de ELAM-FAW, empresa mexicana dedicada al ensamble y distribución de vehículos pesados.
La AMS señala que la mayor parte de unidades del transporte de carga operan con una flota envejecida que tiene un promedio de 20 años y enfrentan condiciones laborales precarias, también falta de apoyo financiero y elevados costos operativos, factores que, recalca, deja a algunas empresas en desventaja en un sector altamente competitivo.
Principales retos
La electrificación de los autobuses del transporte público podrán mitigar 40,500 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, equivalente a la absorción de CO2 por 1.9 millones de árboles adultos en el mismo periodo de tiempo, así como 364 toneladas de contaminantes tóxicos, principalmente óxidos de nitrógeno (NOx), según datos del estudio “Electromovilidad en México: una propuesta para la mitigación de emisiones y su impacto en la salud”, de EGADE del Tecnológico de Monterrey y la empresa mexicana cleantech VEMO,