Ante esta saturación y las altas tasas de contaminación, nuevas formas de movilidad emergen como una alternativa, como los patines eléctricos, que a su vez enfrentan retos de infraestructura, durabilidad, eficiencia y regulación.
En un reporte, el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) señala que es evidente que el avance que han tenido las nuevas alternativas de movilidad y que ofrecen la posibilidad de nuevas formas de desplazamiento urbano brinda una interesante propuesta para que los viajes cortos sean fáciles, económicos e incluso divertidos. Sin embargo, recalca que por años las ciudades han estado planeadas para la movilidad de vehículos de motor, careciendo los microvehículos de una infraestructura que permita su desplazamiento de manera segura y, sin entrar en conflicto con otro tipo de usuarios de la vía como los peatones.
América Alquicira, licenciada en relaciones comerciales, debe transportarse diariamente de su casa, en la colonia Anzures en la delegación Miguel Hidalgo, a su trabajo en Santa Fe en Cuajimalpa. En promedio son casi 30 kilómetros de viaje de ida y vuelta, los cuales, cerca de cinco kilómetros los recorre con un scooter eléctrico para después hacer uso del transporte colectivo proporcionado por su empresa.
"El optar por un scooter eléctrico fue por el tráfico, ahora en un recorrido de cinco kilómetros me hago 20 minutos, cuando normalmente en auto, taxi o metro me hacia el doble de tiempo. Para el resto del camino, afortunadamente la empresa nos facilita el transporte que llega en un punto de encuentro para todos los que trabajamos ahí, pero aún así luego es hasta una hora más", mencionó Alquicira.
La usuaria de este medio de transporte alternativo reconoció que aunque le ha sido fácil adaptarse, hay riesgos latentes cada vez que sale de casa, pues la infraestructura y la cultura vial son problemas a los que se enfrenta día con día.