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Cómo NO agotar los recursos en la era de la Inteligencia Artificial

Para la generación Beta, la IA no sólo será inminente cuando se trata de la experiencia educativa, sino que también estará integrada en la mayoría de los aspectos de su vida cotidiana.
mié 05 febrero 2025 06:00 AM
Cómo NO agotar los recursos en la era de la Inteligencia Artificial
Para optimizar el uso de recursos en el contexto tecnológico, es necesario adoptar prácticas sostenibles en el diseño, la producción, el uso y la disposición de la tecnología, apunta Ana Peña.

¿Sabías que una consulta en ChatGPT consume 10 veces más energía que una búsqueda en Google? Cien millones de personas recurren a ChatGPT semanalmente. Ahora imagina si sumamos Microsoft Copilot, Google Gemini, Grok y otras que también requieren una cantidad sustancial de energía. Si tratamos de calcular la cantidad de recursos que los modelos de aprendizaje automático están ‘jalando’ diariamente, ¿estamos preparados para sostener este nivel de consumo energético y de agua a largo plazo?

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Por un lado están las consultas que hacen los usuarios, pero también está el tema del entrenamiento de los modelos de aprendizaje. Entrenar a GPT-3 (la generación más avanzada de modelos de lenguaje GPT) requiere 1,300,000 kilovatios-hora (kWh). Te explico de manera fácil: transmitir una hora de Netflix necesita alrededor de 0.8 kWh de electricidad. Esto significa que tendrías que ver 1,625,000 horas de Netflix para consumir la misma cantidad de energía que se necesita para entrenar a GPT-3. Ouch.

Un procesamiento típico de consulta en Inteligencia Artificial (IA) podría consumir entre 0.5 y 10 vatios por segundo en un servidor (¡por se-gun-do!), dependiendo de la complejidad de la consulta. Y, aunque los centros de datos de grandes proveedores en la nube como OpenAI, que ejecuta ChatGPT, están optimizados para operar de manera eficiente, no es suficiente.

Un centro de datos –donde se procesan todas tus consultas de ChatGPT– llega a utilizar entre 1,000 y 3,000 litros de agua al día para mantener una temperatura óptima en sus servidores, dependiendo del tamaño y la infraestructura de refrigeración utilizada. Para que te des una idea: una lavadora usa entre 40 y 70 litros de agua por ciclo. Con 3,000 litros, podrías lavar entre 42 y 75 cargas de ropa.

Y, sólo por echarle más limón a la herida, te recuerdo que los sistemas de IA y los centros de datos nunca se apagan. O sea, están funcionando 24/7.

No podemos retroceder el reloj, peeero…

La generación Beta (quienes nacieron aproximadamente desde 2010 en adelante) y las que vendrán después serán 100% digitales. Si el consumo de recursos de los centros de datos es preocupante hoy, ¿de dónde van a sacar recursos las próximas generaciones para llevar una vida en la que el acceso a la tecnología será tan indispensable como respirar?

Para la generación Beta, la IA no sólo será inminente cuando se trata de la experiencia educativa , sino que también estará integrada en la mayoría de los aspectos de su vida cotidiana.

El cambio climático es uno de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta la humanidad. Ejemplos como los incendios forestales en Los Ángeles, cada vez más intensos y frecuentes, la reciente nevada en Houston, son el ejemplo perfecto de cómo las temperaturas extremas están agravando la situación. Para cambiar la trayectoria en la que nos encontramos, lo más sensato que podemos hacer es reducir las emisiones de carbono y el consumo de agua y energía o encontrar fuentes de energía renovables y sustentables. Estamos en un punto de inflexión. Así que, la tecnología y la innovación son nuestra única oportunidad para combatir el cambio climático, junto con la ciencia, obviamente. Estamos logrando avances, sí, pero todavía nos falta mucho.

Para optimizar el uso de recursos en el contexto tecnológico, es necesario adoptar prácticas sostenibles en el diseño, la producción, el uso y la disposición de la tecnología. Esto incluye desde la eficiencia energética, el uso de energías renovables, el fomento de la economía circular, hasta la educación ambiental, el desarrollo de tecnologías verdes y esfuerzos para la reducción de gases de efecto invernadero (GEI), el abatimiento, la conservación de energía, la optimización de procesos y el uso de electricidad renovable y alternativa. Con un enfoque integral, podemos maximizar los beneficios de la tecnología sin comprometer el bienestar del planeta.

¿Qué es la sostenibilidad y por qué es importante en el contexto tecnológico?

La sostenibilidad es la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones. Implica un equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y la equidad social. En el contexto tecnológico , la sostenibilidad se refiere a la creación y uso de tecnologías que no sólo sean eficientes y rentables, sino también respetuosas con el medio ambiente y que contribuyan al bienestar social.

No es ningún secreto que la industria tecnológica consume grandes cantidades de recursos naturales y energía. Entonces, las tecnologías sostenibles buscan reducir el consumo de energía, minimizar la producción de residuos electrónicos y utilizar materiales reciclables, contribuyendo a un planeta más saludable. Adoptar prácticas sostenibles puede impulsar la innovación mediante el desarrollo de productos y soluciones que no pongan en jaque a las próximas generaciones. Además, son cada vez más las personas que valoran las marcas que adoptan políticas de sostenibilidad.

Reducción del consumo de recursos a través de data centers sostenibles

Para enfrentar el desafío del alto consumo de recursos en la era de la inteligencia artificial , tanto empresas como investigadores están implementando estrategias innovadoras que buscan minimizar la huella ecológica de la IA sin comprometer su progreso.

Te voy a explicar brevemente qué son los centros de datos porque, para entender cómo funciona la tecnología detrás de internet y los servicios digitales que usamos a diario, es fundamental saber qué papel juegan estos centros en el almacenamiento y procesamiento de la información.

Los centros de datos son grandes edificios llenos de computadoras y servidores que almacenan y procesan la información que usamos todos los días en internet. Son bibliotecas digitales donde se guarda todo, desde fotos y videos hasta páginas web y aplicaciones. Cuando hacemos cualquier cosa en línea, como ver un video en YouTube o enviar un mensaje por WhatsApp, esa información viaja desde estos centros de datos hasta nuestros dispositivos. En resumen, son el motor detrás de los servicios digitales que usamos cotidianamente.

Ahora que ya sabes esto, te cuento que el problema más urgente que tenemos en la era digital –especialmente en la era de la IA – es la gran cantidad de recursos que consumen los centros de datos y la inteligencia artificial, porque el aumento en el procesamiento de datos y la complejidad de las aplicaciones –como la inteligencia artificial– generan un sobrecalentamiento constante. Esto obliga a que se utilicen enormes cantidades de energía, no sólo para mantener los sistemas funcionando, sino también para enfriarlos.

Los sistemas de refrigeración y enfriamiento en los centros de datos son cruciales porque las computadoras y servidores generan mucho calor al estar trabajando todo el tiempo. Para evitar que se sobrecalienten, se utilizan sistemas que ayudan a mantener la temperatura baja, como si fueran grandes aires acondicionados.

Entonces, para gastar menos recursos y hacer que estos sistemas sean más sostenibles, necesitamos usar más energías renovables (solar o eólica) para alimentar los sistemas de refrigeración. De hecho, en lugares fríos, algunas empresas aprovechan el aire frío natural del exterior y lo usan para enfriar los servidores, lo que también ahorra mucha energía.

Por ejemplo, Google ya opera al 100% con energía renovable en varios de sus centros de datos. Microsoft utiliza centros de datos subacuáticos para reducir la energía necesaria para el enfriamiento. Intel también ha estado trabajando en soluciones de enfriamiento más eficientes para sus centros de datos, utilizando tecnologías avanzadas como el enfriamiento líquido para reducir el consumo de energía que normalmente se utiliza en sistemas de refrigeración tradicionales.

Chips sostenibles al rescate

El uso de procesadores de última generación, no sólo en los centros de datos sino en las computadoras personales, es una gran solución para el ahorro y eficiencia energética. Estos procesadores están diseñados para realizar más operaciones con menos consumo de energía. Además de mejorar el rendimiento de las aplicaciones y extender la vida útil de los dispositivos, contribuyen a un uso más sostenible de la tecnología en todos los niveles. Es como cambiar de una cafetera tradicional a una máquina de espresso inteligente de última generación: obtienes un café igual de delicioso –bueno, probablemente mejor–, pero en menos tiempo, usando menos energía y con menos desperdicio. Es tecnología inteligente trabajando para ti y para el planeta, haciendo más con menos esfuerzo.

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Inteligencia artificial verde

La optimización de modelos de IA es un must para hacerla más sostenible y accesible. Esto incluye la integración de chips –energéticamente eficientes– creados específicamente para la inteligencia artificial –o computación de alto rendimiento–. Estos procesadores, que también se usan en los centros de datos, tienen una arquitectura y diseños avanzados que generan ahorros significativos.

Además, los servidores desagregados, una innovación clave, permiten actualizar o reemplazar componentes individuales como chips, memoria o almacenamiento sin necesidad de cambiar todo el servidor. Esto antes no era posible y no sólo reduce costos, sino también el impacto ambiental, porque disminuye los desechos electrónicos y optimiza los recursos.

Ahora, aún con estos avances, el camino hacia un futuro sostenible sigue siendo largo. Pero la buena noticia es que nunca ha sido tan posible y urgente tomar acción. La tecnología y la innovación no sólo nos están ofreciendo herramientas para resolver los retos más inmediatos, sino que también están creando soluciones para hacer que esas mismas herramientas sean más eficientes y responsables con el medio ambiente.

Estamos en un punto clave: el potencial de los data centers sostenibles y la IA verde nos ofrece una oportunidad única para redirigir el rumbo antes de que la presión sobre nuestros recursos naturales sea irreversible. La sostenibilidad no es sólo una opción, es una necesidad. ¡Sí, aún estamos a tiempo!

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Nota del editor: Ana Peña es directora de comunicación para Intel Américas. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

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