Los frenos del emprendimiento
Villaseñor considera que la mayoría de las y los emprendedores no tuvieron una formación profesional para emprender. En los años que lleva trabajando con nuevos emprendimientos ha observado que uno de los frenos más comunes es que, aún teniendo un gran producto, la mayoría no sabe venderlo.
Asimismo, se vive el auge del comercio electrónico y la necesidad de saber marketing digital para poder explotar el uso de las redes sociales y otros medios digitales, de una manera comercial. Esto incluye conocer al público objetivo, saber en qué canales se encuentra y qué tipo de contenido le interesa.
“Como Magalón, muchos emprendedores no saben moverse en el mercado, cómo administrarse o cómo crear un buen modelo de negocio, con base en un producto o servicio que resuelva necesidades reales”, menciona el directivo.
Para crear negocios rentables, con miras al crecimiento y a la supervivencia en el mercado, sí hay que saber de números, ventas y reportes financieros. No dejar de aprender nuevas habilidades y concientizar que el mundo del emprendimiento requiere mucha dedicación y paciencia.
Teresita Serrano, directora académica de Latam Business School, reconoce que hay mucho talento y creatividad en el mercado mexicano. En particular, las mujeres revolucionaron el ecosistema emprendedor a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus.
Cobró relevancia el movimiento de las llamadas ‘nenis’, al tiempo que se puso sobre la mesa la necesidad de que haya más apoyos de financiamiento, logística y acceso a la profesionalización de habilidades digitales.
Sin embargo, la mayoría se mueve en la informalidad. Acorde con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), a marzo de 2021, las emprendedoras representaron 26% del total de mujeres ocupadas en el país; 82% de ellas opera en la informalidad, es decir, 4,286,000 emprendedoras está ocupada en una unidad económica sin el reconocimiento de la ley.
La informalidad tiende a estar relacionada con menores niveles de productividad, salarios más bajos y falta de acceso a herramientas que permitan a los negocios crecer o acceder a nuevos mercados.
En este sentido, Serrano urge que existan más oportunidades de desarrollo para que las mujeres puedan empoderarse, adquirir las habilidades que necesitan para crecer en plena economía digital, ya sea en un corporativo o por cuenta propia, y formalizar sus negocios para llevarlos a otro nivel.
“El mundo emprendedor es una gran área de innovación para las mujeres, que impacta en su entorno. Se necesita coraje para romper con las creencias que las limita para despegar todo su potencial, pues una mujer empoderada genera un impacto social enorme”, concluye.