“Hoy las plantas ya están produciendo mazorcas que permiten comprobar la calidad del producto, pues en esta etapa son comestibles. Gracias a la fortaleza de las plantas, al esfuerzo de los agricultores y las buenas prácticas agrícolas que estimulamos en la región, los productores cuentan con parcelas que van progresando y resistiendo las condiciones climáticas que estamos viviendo”, refirió Cornero.
Norberto de la Rosa es un ejemplo del impacto positivo de estas iniciativas. Dedicado al campo desde su jubilación en 2019, el agricultor destinó una de sus nueve hectáreas al cultivo de cacao. Para ello, reemplazó árboles de rambután y mantuvo en el área árboles de mango para poder dar sombra a las plantas de cacao.
Con el apoyo técnico de ECOM, Norberto ha aprendido a manejar mejor su parcela y a asegurar un futuro más próspero para su finca. En el último año, sólo sus árboles de rambután produjeron 45 toneladas de fruta; cada kilo lo vendió a 10 pesos, de modo que generó alrededor de 450,000 pesos, mismos que utilizó para pagar a los trabajadores y reinvertir en la finca.
ECOM, desde sus inicios en México en 1996, ha implementado proyectos de sostenibilidad como parte de su estrategia Smarter Cocoa. Estos incluyen capacitar a productores, distribuir variedades de cacao tolerantes a enfermedades, establecer viveros con una capacidad anual de 500,000 plantas y crear un banco de germoplasma con 17 variedades de cacao. Estas iniciativas han beneficiado a más de 1,000 productores en México.
Para esta organización, invertir en acciones ESG sí es rentable. La adopción de prácticas responsables y sostenibles contribuye al bienestar de las comunidades locales y al medio ambiente, al tiempo que construye una imagen corporativa positiva que resuena con los consumidores cada vez más conscientes y exigentes en términos de responsabilidad social y ambiental.
Esto se traduce en una mayor lealtad del cliente y una ventaja competitiva en un mercado global donde la sostenibilidad se ha convertido en un criterio clave de diferenciación. Asimismo, las empresas que implementan estrategias ESG a menudo tienen acceso a nuevas oportunidades de financiamiento, ya que los inversionistas están cada vez más interesados en apoyar proyectos que generen un impacto positivo.
En conjunto, estas iniciativas, como el programa por el campo que ayudó a Norberto de la Rosa, no solo mejoran la resiliencia y adaptabilidad de las empresas ante desafíos futuros, sino que también garantizan un crecimiento sostenible y responsable a largo plazo, con un beneficio tangible tanto a la compañía como a la sociedad en general.