Según cifras de Pew Research Center, alrededor de una cuarta parte de los ciudadanos han utilizando ChatGPT desde su lanzamiento en 2022, por lo que una persona que realiza una búsqueda o genera un correo una vez a la semana va a consumir 27 litros de agua al año, una cifra que se eleva exponencialmente teniendo en cuenta que ChatGPT actualmente tiene más de 200 millones de usuarios semanales.
¿Por qué la IA consume tanta agua?
Al igual que con cualquier servicio de internet, las herramientas de IA generativa utilizan centros de datos para procesar la información con la que se entrenan y dan resultados. Sin embargo, con estas tecnologías es necesaria una mayor demanda de electricidad y sistemas de enfriamiento para los centros de datos.
Los centros de datos son como computadoras que requieren el 40% de su demanda eléctrica para realizar sus procesos, ahora más complejos y exigentes que nunca, mientras que el 60% restante se usa para mantener fresco y funcional tal equipo, al igual que el cuerpo humano utiliza el sudor para regular su temperatura.
Cabe resaltar que el consumo de agua no se da únicamente mientras las personas usan las herramientas, sino también durante el entrenamiento de las mismas antes de que se lancen públicamente.
Los centros de datos de Microsoft, por mencionar un caso, utilizó 700,000 litros de agua durante el entrenamiento del modelo GPT-3, de OpenAI, una cifra equiparable a la necesaria para producir 100 libras de carne de res, según las comparativas de la Universidad de California.
Esta tecnología ha generado un crecimiento de casi un tercio en las emisiones de Microsoft desde 2020, según datos de su último informe de sostenibilidad, donde resaltó que se debe, en gran medida, a la expansión de la infraestructura de centros de datos para IA.
Por otra parte, según datos de Google, en el 2021 la empresa gastó 1.7 millones de galones de agua para enfriar los servidores de sus diferentes plataformas que millones de personas utilizan diariamente.
Ante este contexto, el gigante tecnológico ha intentado generar métodos más eficientes en el consumo energético de estos sistemas de cómputo. Según su último reporte de sustentabilidad, uno de los centros de datos de última generación de la firma tiene en promedio 1.5 veces más de eficiencia energética que uno empresarial típico.
Asimismo, están apostando por el agua como forma de enfriamiento combinada con ciertos tipos de refrigerantes. “El agua puede ser el medio más eficiente de refrigeración en muchos lugares y, cuando se utiliza de manera responsable, puede desempeñar un papel importante en la reducción de emisiones”, señaló la compañía .
No obstante, eso no ha detenido las protestas de organizaciones de defensores del medio ambiente contra las tecnológicas. En el estado de Virginia, EU, donde se encuentra la mayor concentración de centros de datos en el mundo, los ciudadanos cada vez más se oponen a la construcción de estos edificios.
Y es que además de los costos medioambientales, los argumentos en contra de su construcción son que no generan suficientes puestos de trabajo a largo plazo y, además de todo, están reduciendo el valor de las viviendas en esos lugares.