Entre 0.7° C y 0.9° C menos de calentamiento
En 2015, cuando se aprobó el Acuerdo de París, las políticas de los distintos países colocaban al mundo en la trayectoria de un calentamiento de 3.5° C para 2100 en comparación con la era preindustrial, según estimaba en ese momento la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Nueve años después, los nuevos compromisos han ajustado esa trayectoria a 2.6° C - 2.8° C, según los cálculos de ONU Medio Ambiente.
Es un ajuste significativo respecto al año pasado, cuando la ONU situaba al mundo en una trayectoria de calentamiento de 2.5° C a 2.9° C.
De todas maneras, si no se produce un "salto adelante" en la acción de los Estados contra el calentamiento, el límite de +1.5º C "pronto estará muerto", alertó recientemente la ONU.
El objetivo sigue siendo técnicamente posible, aunque es cada vez más improbable.
El pico de los combustibles fósiles a la vista
Actualmente responsable de casi un tercio de las emisiones mundiales de CO2, China estaría cerca, según muchos expertos, de su pico de emisiones, bastante antes de su compromiso fijado para 2030. El país instala cada año cantidades sin precedentes de paneles solares.
Según el sitio CarbonBrief, que analizó cifras oficiales y datos comerciales, las emisiones chinas no aumentaron en el tercer trimestre de 2024, a pesar de un repunte en el uso de carbón. Se mantuvieron al mismo nivel, o incluso ligeramente por debajo, de su nivel en el tercer trimestre de 2023.
"Parecería que las emisiones se están estabilizando y podrían comenzar a disminuir si el rápido aumento de las energías limpias continúa", explica a la AFP Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).
Sin embargo, dado que no existe "ninguna medida que exija que las emisiones de China alcancen su pico ahora, el riesgo es que, si el sector de la construcción vuelve con fuerza, esto se traduzca en un aumento de las emisiones o al menos en un largo estancamiento", añadió.
La trayectoria de China en cuanto a emisiones sigue siendo incierta.
Pero la AIE se mantiene firme desde 2023: el pico mundial de consumo de energías fósiles (petróleo, gas y carbón) se alcanzará "antes de 2030", gracias al auge de las "tecnologías limpias", aunque los países productores de petróleo no están de acuerdo y prevén aún muchos años de crecimiento.