Ejemplos de ello son el mercado de Wuhan, en China, donde, según la hipótesis de algunos científicos, apareció por primera vez el covid-19; y las toneladas de carne de animales salvajes que cruzan ilegalmente los continentes en las bodegas de los aviones.
"Cuando los animales están estresados en una jaula unos encima de otros liberan fluidos corporales que contienen virus", explica Lieberman.
"Todo está relacionado. Todo está interconectado", añade.
"Otra pandemia"
El informe IPBES 2020 había pedido un "cambio transformador en el enfoque global para hacer frente a las enfermedades infecciosas".
El reporte calcula que en mamíferos y aves existen unos 1.7 millones de virus actualmente "por descubrir", de los cuales hasta 827,000 podrían tener capacidad para infectar a las personas.
El plan discutido en la COP16 tendrá la autoridad moral de un documento aprobado en un consenso de 196 países, pero no será vinculante.
"El texto está casi listo para su adopción", "un paso positivo para la COP", afirma WWF.
El documento menciona explícitamente el riesgo de zoonosis causado por la destrucción de hábitats o la propagación de especies exóticas invasoras por parte de la humanidad.
"Un plan de acción voluntario no tiene consecuencias si un gobierno quiere ignorarlo", subraya Lieberman, miembro del grupo de trabajo.
Pero confía en que el temor a una nueva pandemia inspire la acción, incluso mientras un nuevo brote mortal, el del virus de Marburgo transmitido a los humanos por los murciélagos, azota Ruanda.
"Si no se hace nada, si nada cambia, habrá otra pandemia. La cuestión no es si habrá otra, sino cuándo", advierte.