¿Nuevos fondos?
En el plano financiero, un punto clave para avanzar en las negociaciones, el objetivo fijado en Montreal es aumentar hasta 25,000 millones de dólares en 2025 y 30,000 millones en 2030 la ayuda anual para la biodiversidad en los países en desarrollo.
En la COP15 estas naciones consiguieron la creación de una nueva rama del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM en inglés) dedicada a aplicar la hoja de ruta.
Paralelo a los debates en el G20, el FMI y la COP sobre el clima, un tira y afloja hará que los países del sur pidan más dinero a los países desarrollados, mientras que estos últimos reclamarán contribuciones de países emergentes ricos, como China.
Los pueblos indígenas, muy presentes pero a menudo los más decepcionados por las decisiones finales, esperan que el evento al borde del Amazonas sea la oportunidad para que se reconozcan sus derechos y conocimientos ancestrales.
Las empresas, sobre todo las del sector agroalimentario, serán muy activas, y también se planteará la cuestión de los créditos de biodiversidad, una variante de los créditos de carbono.