En la cumbre climática COP 28 celebrada en Dubái el año pasado, casi 200 países acordaron alcanzar las emisiones netas cero en el sector energético para 2050 y se comprometieron a triplicar la capacidad de las energías renovables, como la eólica y la solar.
La AIE afirmó que el objetivo de las energías renovables "está al alcance de la mano gracias a una economía favorable, un amplio potencial de producción y unas políticas sólidas", pero señaló que una mayor capacidad renovable por sí sola no reduciría drásticamente el uso de combustibles fósiles, ni los costes para los consumidores.
"Para aprovechar todas las ventajas del objetivo de triplicar la potencia, los países deben realizar un esfuerzo concertado para construir y modernizar 25 millones de kilómetros de redes eléctricas de aquí a 2030. (...) El mundo también necesitaría 1,500 gigavatios (GW) de capacidad de almacenamiento de energía para 2030", afirmó la AIE.
En la COP 28, los países también se comprometieron a duplicar las medidas de eficiencia energética para ayudar a frenar el consumo de energía, pero este objetivo exigirá que los Estados conviertan la eficiencia en una prioridad mucho mayor.
Según la AIE, los países deben integrar los objetivos de energías renovables y eficiencia energética en sus planes nacionales para cumplir las metas fijadas en el acuerdo de París sobre el clima.
Las emisiones del sector energético mundial alcanzaron un récord el año pasado.
Según el informe, triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar las medidas de eficiencia energética para reducir el consumo de energía podría reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 10,000 millones de toneladas métricas para finales de la década, en comparación con lo que se prevé en otras circunstancias.