Los científicos alertan que el nivel del mar está subiendo más rápidamente que en cualquier momento de los últimos 3,000 años, debido a la fundición de los cascos de hielo de Groenlandia y la Antártida.
Entre 1901 y 2018, el nivel del mar aumentó en torno a los 20 cm, casi la mitad de esto solo entre 1993-2018. El ritmo de aumento alcanzó casi medio metro en los últimos años.
Los gases de efecto invernadero, producidos mayoritariamente por la combustión de combustibles fósiles, son los principales culpables.
Muchos países ya han empezado a sufrir las consecuencias. Es el caso de Panamá, donde cientos de familias isleñas fueron reubicadas en el continente; Vanuatu, condenado a desparecer bajo las aguas del Pacífico; o Bangladesh, donde el agua salada contamina el agua potable, destruye cultivos y amenaza la salud de la población.
El aumento del nivel del mar también recrudece las tempestades, la erosión costera y las inundaciones, destruye la biodiversidad y actividades como la pesca, la agricultura y el turismo.
Mayor probabilidad de tormentas
El cambio climático también ha duplicado la probabilidad de que se produzcan lluvias, según un informe publicado el miércoles, en el que sus autores científicos instan a los dirigentes a actuar para frenar el calentamiento global.
El informe de World Weather Attribution, un grupo internacional de científicos que estudia los efectos del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos, señala que los cuatro días de lluvias provocadas por la tormenta Boris han sido los más intensos jamás registrados en Europa central. Las inundaciones se han saldado con 24 muertos, ciudades llenas de barro y escombros, edificios dañados, puentes derrumbados y miles de millones de dólares en gastos de reparación.
Según el grupo, el cambio climático ha hecho que estos aguaceros sean al menos el doble de probables y 7% más intensos.