Corea del Sur acoge a delegados de unos 175 países en la quinta y última reunión del Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU (INC-5) para acordar normas mundiales vinculantes sobre los plásticos, pero las conversaciones de esta semana han avanzado a un ritmo glacial.
El documento, emitido por el presidente del comité, Luis Vayas Valdivieso, incluye ideas como una lista mundial de productos plásticos que deben gestionarse y un mecanismo financiero para ayudar a financiar la actuación de los países en desarrollo en relación con el tratado.
"Los elevados y rápidamente crecientes niveles de contaminación por plásticos (...) representan un grave problema para el medio ambiente y la salud humana", indicó el documento, que menciona, pero no confirma, algunas de las tareas más controvertidas, como si el tratado fijará un objetivo mundial de reducción de la producción de polímeros plásticos primarios o si lo omitirá por completo.
Asimismo, deja en manos de las decisiones voluntarias de los países la adopción de una serie de posibles medidas sobre los productos plásticos y no decide cómo contribuirán los países ricos a un fondo. También parece carecer de normas concretas sobre el control de las sustancias químicas preocupantes, así como sobre la protección de la salud humana.
"No sirve de nada fregar el suelo cuando el grifo está abierto", afirmó Anthony Agotha, embajador para el Clima y el Medio Ambiente del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Los países productores de petroquímicos, como Arabia Saudita, se oponen a limitar la producción de plástico, a pesar de las protestas de los países de ingresos bajos y medios, que son los más afectados por la contaminación.