"Simplemente estamos ignorando estos trueques", afirmó el economista James Vause, que contribuyó al informe, en declaraciones a la AFP.
La naturaleza es el sustento de más de la mitad de la economía global, pero los gobiernos gastan mucho más en su destrucción que en su conservación.
Vause destacó que se destinan 200,000 millones de dólares anuales a la biodiversidad, mientras que se invierten 35 veces más —unos 7 billones— en subsidios e incentivos negativos que dañan el planeta.
El informe subrayó el impacto especialmente dañino de la agricultura intensiva, que "ha contribuido a la pérdida de biodiversidad, las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire, el agua y la tierra".
La pesca, por su parte, "se está acercando a puntos de inflexión", añadió.
Soluciones
Reducir el consumo excesivo de carne roja y procesada ayudaría a promover prácticas agrícolas más sostenibles y mejoraría los resultados de salud.
La humanidad desperdicia una enorme cantidad de alimentos cultivados, mientras que 800 millones de personas pasan hambre cada día, señaló Pamela McElwee, otra de las autoras principales del informe, en declaraciones a la AFP.
Tratar estas crisis interrelacionadas como problemas separados resulta "duplicativo y podría implicar malgastar dinero", agregó.
Por ejemplo, plantar árboles para abordar el calentamiento global podría tener un efecto negativo para especies locales de plantas o animales si se realiza de manera inadecuada.
Involucrar a las comunidades en la gestión de áreas marinas protegidas ha traído beneficios tanto para el medio ambiente como para los ingresos turísticos y la pesca para las poblaciones locales.
La IPBES agrupa a los expertos de la ONU sobre biodiversidad, y equivale al IPCC, el gran organismo y arena de debate del cambio climático.
Las negociaciones sobre biodiversidad en Cali (COP16) se prolongaron este año más allá del tiempo previsto, ya que los delegados buscaron cambios sustanciales de última hora en temas controvertidos como los combustibles fósiles, los plásticos de un solo uso y los hábitos de consumo.
Las naciones se reunirán nuevamente en febrero para intentar romper el estancamiento sobre cómo recaudar 200,000 millones de dólares anuales para la biodiversidad.