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El presupuesto federal para el cambio climático es insuficiente, aseguran expertas

Aunque México ha asumido compromisos internacionales en materia climática, el Proyecto de Presupuesto de la Federación 2026 reduce recursos para programas ambientales clave.
lun 22 septiembre 2025 05:55 AM
Mexican flag with stack of money coins with grass and flowers
Los recursos asignados para 2026 al Medio Ambiente y Recursos Naturales es 1% menor que en 2025.

México se ha comprometido a cumplir metas y objetivos internacionales en materia climática, como las establecidas en el Acuerdo de París y en su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). Sin embargo, el presupuesto federal proyectado para 2026 parece avanzar en otra dirección.

Uno de los componentes fundamentales para enfrentar la crisis climática en el Presupuesto de Egresos de la Federación es el Anexo Transversal 16 (AT16). El PPEF contempla para 2026 recursos por 212,569 millones de pesos, una disminución de 1.24% en términos reales en comparación con el monto aprobado para 2025.

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El análisis elaborado por Engenera, junto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Fundar, Greenpeace, Oceana y Wildlands Network México, revela que, además, gran parte de esos recursos se concentra en proyectos cuya relación con la reducción de emisiones o la adaptación a los impactos climáticos no es clara ni verificable.

De acuerdo con el documento, cinco programas absorben el 93% de todo el presupuesto del AT16, siendo los mayores: Infraestructura ferroviaria para transporte de carga y pasajeros, Defensa de la integridad, la independencia y la soberanía nacional e, Infraestructura en materia de seguridad nacional.

El 7% restante es asignado a otros 42 programas que sí inciden de manera directa en la conservación de ecosistemas, la gestión sustentable del agua, la protección forestal o el manejo de Áreas Naturales Protegidas (ANP).

El caso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ilustra con claridad esta desproporción, esta secretaría manejará 3.71% del total del AT16, frente al 41.79% que será canalizado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“Estamos ante un presupuesto que no responde a la magnitud de la crisis climática. Se privilegian programas con beneficios difusos en términos de mitigación y adaptación, mientras que los que realmente podrían incidir en la reducción de emisiones o en la resiliencia de comunidades y ecosistemas, reciben una fracción mínima”, señala el análisis de las organizaciones.

La falta de claridad es otro de los puntos críticos. Aunque el AT16 introduce la figura de “acciones transversales” para vincular los programas con la política climática, en la práctica estas carecen de indicadores concretos, lo que impide medir resultados o verificar contribuciones reales a los objetivos nacionales en materia de cambio climático.

En consecuencia, persiste la incertidumbre sobre si programas como los de infraestructura ferroviaria o seguridad nacional cumplen con metas de reducción de gases de efecto invernadero o con medidas de adaptación para las poblaciones más vulnerables, señala el estudio.

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Las asimetrías en la asignación se amplifican al observar casos específicos. El programa de Infraestructura en materia de seguridad nacional, que destinará recursos a ampliar una granja solar en instalaciones militares, recibirá 9.75 veces más presupuesto que todos los programas enfocados en gestión sustentable del agua. A su vez, este monto es más de 10 veces superior al destinado a la protección forestal y a la conservación de ANP.

Otro de los temas que se destaca en el estudio es la permanencia del financiamiento a proyectos de combustibles fósiles. Aunque algunos programas de gas natural fueron eliminados del AT16, las organizaciones advierten que este tipo de proyectos continúan siendo financiados en otros ramos y anexos del presupuesto federal, manteniendo una política energética que privilegia los hidrocarburos y que, lejos de mitigar la crisis climática, puede profundizarla.

Frente a este panorama, las organizacionesplantean una serie de recomendaciones. La primera es redistribuir al menos el 25% de los recursos del AT16 hacia programas con contribución clara a la adaptación y mitigación del cambio climático. También vincular las metas del NDC con los programas presupuestarios, así como establecer indicadores verificables para evaluar el avance real.

Más allá de los montos totales, lo que está en juego es la congruencia entre los discursos oficiales sobre la urgencia climática y la manera en que el país decide invertir sus recursos públicos. Sin recursos suficientes y sin una orientación clara, México corre el riesgo de incumplir sus propias metas climáticas y, sobre todo, de dejar desprotegidas a comunidades que ya enfrentan desplazamientos, pérdida de medios de vida y riesgos crecientes asociados a fenómenos meteorológicos extremos.

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Paquete Económico 2026 Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales

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