Malo comentó que la IA puede ayudar en la optimización energética, la gestión de residuos (visión computacional), la agricultura sostenible y la investigación climática.
Además, dijo que su demanda también fuerza a las grandes empresas tecnológicas (BigTech) a invertir en energías renovables, por ejemplo, Google que anunció una inversión de 20,000 millones de dólares. El directivo comentó que los efectos negativos se centran principalmente en la drástica demanda de energía, la cual se prevé triplicará en 2028.
Hacia el futuro
Los directivos coincidieron en que la solución debe pasar por el digital sostenible, es decir, al promover la economía circular mediante la reutilización de dispositivos eléctricos y electrónicos al término de su vida útil. Además, destacaron que estas acciones se deben tomar a tres niveles: institucional y político, empresarial y usuario.
“En México, existen leyes de transición energética y regulaciones estatales de reciclaje, pero falta regulación específica para el sector digital”, dijeron.
Estas políticas permitirán que los nuevos gigantes tecnológicos: Microsoft, Anthropic, Nvidia, Google y OpenAI, puedan revelar su datos, pues consideran que actualmente hay mucha opacidad dentro de los reportes de desempeño e impacto ambiental.
Parte de las conclusiones del conversatorio es que los más de 8,000 millones de personas tienen el poder de generar un cambio, ya se decir “no” a una compra innecesaria, pensar dos veces con conciencia cómo identificar certificaciones y comprar productos de segunda mano que pueda reparar, reusar y reciclar.