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El Mundial de 2026 aumentará 92% sus emisiones de CO2e respecto a Qatar

El aumento en el número de participantes, la remodelación de estadios y el traslado de equipos y espectadores de un país a otro están entre las principales causas del incremento de las emisiones.
lun 03 noviembre 2025 01:01 PM
Mundial y contaminación
Según el informe FIFA’s Climate Blind Spot el torneo del próximo año podrá liberar 9.02 millones de toneladas de CO₂ equivalente (tCO₂e), un aumento del 92% respecto a los 4.71 millones promedio de las ediciones 2010-2022. (Hector Vivas/Getty Images)

La Copa Mundial de la FIFA 2026, que se celebrará por primera vez en conjunto entre México, Estados Unidos y Canadá, no solo promete ser la más grande de la historia, sino también la más contaminante.

El torneo del próximo año podrá liberar 9.02 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e), un aumento del 92% respecto al promedio de las ediciones 2010-2022 (4.71 millones tCO2e), de acuerdo con el informe FIFA’s Climate Blind Spot realizado por Scientists for Global Responsibility en colaboración con Environmental Defense Fund y The Sport For Climate Action Network.

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El análisis sostiene que la expansión del torneo y las asociaciones con grandes contaminadores amenazan con duplicar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y exponen a jugadores y aficionados a condiciones extremas de calor e inundaciones.

Para 2026, la Copa Mundial pasará de 32 a 48 equipos, lo que generará un aumento en las emisiones globales, pues se requiere de mover a más personas no solo a donde será el mundial, sino también entre los tres países en donde se realizará el torneo. Solo en 2026, el traslado de equipos y aficionados por Norteamérica representaría 7.72 millones de tCO2e, cuatro veces más que en los torneos previos.

Se estima que la huella del transporte aéreo aumentará entre 160% y 325% debido a la dispersión geográfica de las sedes.

A esto se suman las emisiones por la remodelación de estadios y los acuerdos con grandes contaminadores, por ejemplo Aramco, que es considerada la petrolera más contaminante del planeta, y que condudirá hasta 30 millones de tCO2e adicionales por el aumento de ventas. Qatar Airways, otro patrocinador relevante, aportará entre 3.3 y 5.8 millones de tCO2e más. Estas emisiones inducidas, advierte el estudio, superan las generadas por el propio torneo.

Vulnerabilidad climática

En el plano físico, el Mundial de 2026 podría convertirse en una gira de vulnerabilidad climática, según el Environmental Defense Fund, ya que ocho de los 16 estadios del torneo requerirán intervención ambiental inmediata, y seis enfrentarán estrés por calor extremo.

Miami, Houston, Monterrey y Dallas, enfrentan múltiples riesgos combinados, incluyendo calor extremo, inundaciones repentinas, vientos extremos y escasez de agua. Estadios como el NRG Stadium de Houston y el AT&T Stadium de Dallas superarán los límites de seguridad térmica establecidos por la FIFA, mientras que el Hard Rock Stadium de Miami está expuesto a riesgos críticos de inundación y huracanes, mientras que el Estadio Azteca y el Estadio Akron se enfrentan a severos problemas de estrés hídrico.

“Los riesgos específicos que están impactando la jugabilidad, la seguridad de los participantes y la infraestructura son: calor extremo, inundaciones y lluvias extremas, sequía y escasez de agua y mala calidad del aire”, menciona Jérémy Houssin, líder de Sostenibilidad e Impacto en Common Goal.

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Para proteger a los jugadores y espectadores, el documento propone invertir 171 millones de dólares en infraestructura de mitigación de calor y protección ante fenómenos extremos. Solo en Texas, las sedes de Dallas y Houston requerirían más de 105 millones en sistemas de refrigeración y áreas climatizadas de recuperación, mientras que el estadio de Miami necesitaría hasta 35 millones en obras de resiliencia frente a inundaciones.

Las organizaciones y asociaciones internacionales exigen acciones urgentes. Entre sus principales recomendaciones se incluyen eliminar los patrocinadores de alta contaminación, revertir la expansión del torneo y limitar la capacidad de los estadios para favorecer la infraestructura existente.

La Scientists for Global Responsibility insta a la FIFA a adoptar estándares ambientales legalmente vinculantes, con verificación independiente y auditorías climáticas antes, durante y después de cada edición.

“El fútbol no puede prosperar en un planeta en crisis. Sin una acción climática real, la FIFA no solo arriesga su reputación, sino también el futuro mismo del deporte que representa”, destaca el informe.

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