Sin embargo, más allá del marco regulatorio, la verdadera fuerza detrás de la sostenibilidad corporativa en 2025 será el sector financiero. La banca y las instituciones de inversión han pasado de considerar la sostenibilidad como un simple factor de gestión de riesgos a verla como una oportunidad estratégica para la creación de valor.
En México, la emisión de productos ESG alcanzó los 14,000 millones de dólares en 2023, lo que demuestra el creciente interés de los inversionistas en proyectos con impacto social y ambiental positivo.
Las finanzas tienen la capacidad de acelerar la transición hacia modelos económicos sostenibles a través de la asignación eficiente de capital. La innovación en productos financieros, como bonos verdes, fondos de inversión sostenibles y líneas de crédito atadas a objetivos ESG, está reconfigurando el acceso a financiamiento para empresas comprometidas con la sostenibilidad.
Como mencionó Gema Sacristán de Deloitte: "la sostenibilidad es una oportunidad de negocio, no una carga", lo que significa que las empresas que adopten estos criterios no solo cumplirán con regulaciones, sino que también serán más atractivas para los mercados financieros.
Uno de los mayores retos en este proceso es la preparación interna de las empresas. La integración de criterios ESG en la cultura organizacional es clave para asegurar el cumplimiento de las NIS y fortalecer la transparencia en la comunicación con inversionistas, clientes y la sociedad en general. Según Maríté Chavira, de Citibanamex, "el cambio radica en construir una cultura de sostenibilidad desde el interior de las organizaciones, involucrando a colaboradores, clientes, accionistas y proveedores".
Para ello, es esencial capacitar a los equipos, implementar sistemas de medición y reporte de datos confiables y desarrollar estrategias de comunicación claras para evitar el greenwashing.
Normas de información de sostenibilidad, un nuevo estándar en México
El cumplimiento de las NIS no es solo un requerimiento normativo, sino una oportunidad para que las empresas mexicanas se alineen con el ecosistema financiero global. Estas normas exigen transparencia en aspectos como emisiones de gases de efecto invernadero, gobernanza ética y responsabilidad social, lo que permitirá a las compañías mejorar su desempeño ESG y acceder a mejores condiciones de financiamiento.
Además, la implementación de auditorías internas de sostenibilidad y certificaciones como ISO 14001 o ISO 50001 reforzarán la credibilidad y competitividad de las organizaciones en el ámbito internacional.
La adopción de tecnología es otro factor clave en este proceso. Las herramientas de software para la gestión ESG facilitan la recopilación y análisis de datos, asegurando la precisión en los reportes y permitiendo a las empresas optimizar su impacto ambiental y social.