En la actualidad, las normas se aplican a las empresas con más de 250 trabajadores y la Comisión afirma que el cambio eximiría a 40,000 empresas, es decir, el 80% de todas las compañías a las que se aplicaba inicialmente la política.
Las propuestas deberán ser negociadas y aprobadas por el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE.
"(En) muchas partes del mundo, podemos hacer nuestro trabajo. En cambio, en Europa empleamos cada vez más tiempo en rellenar papeles inútiles", dijo a Reuters Markus Beyrer, director general de BusinessEurope, refiriéndose a la opinión de los directivos de la asociación sectorial.
También se espera que la Comisión presente su Clean Industrial Deal (Acuerdo para una Industria Limpia), segundo pilar de su plan de competitividad, diseñado para apoyar a las industrias de alto consumo energético que se enfrentan a elevados costes y a una pesada burocracia en su pugna por la cuota de mercado con sus competidoras mundiales. También pretende impulsar el sector de las tecnologías limpias.
El tercer pilar es un plan energético destinado a reducir los costes de la energía para las empresas y los consumidores europeos.
La Comisión afirma que la reducción de la burocracia no altera sus objetivos de reducir las emisiones a cero. El plan energético redoblará la apuesta por la energía verde, por ejemplo, prometiendo permisos más rápidos para las energías renovables. El Acuerdo para una Industria Limpia establecerá cómo conseguir más financiación para las industrias limpias.
Los críticos afirman que sin unas normas estrictas en materia de entrega de informes habrá menos incentivos para que las empresas actúen con rapidez o para que los inversores inviertan dinero en sectores más ecológicos.
Con información de Reuters